Compañero Inesperado (Libro 1)

Capítulo 5

[Marcus]

Marcus hizo una parada antes de llegar al trabajo. Sacó el coche del aparcamiento y fue al supermercado. Marcus podía sentir arder sus mejillas por lo que necesitaba comprar. Como nunca había tenido un amante masculino antes, Marcus no estaba preparado y como tal, no tenía lubricante. Era necesario corregir esa
situación lo antes posible, ya que no había manera que Marcus no tuviera relaciones sexuales con su pequeño
compañero.
Al entrar en el supermercado, saludó a varias personas mientras caminaba pasando entre ellos. Una vez que se encontró en el área que estaba buscando se quedó estupefacto ante la variedad disponible. Color, aroma,
sabor, calor. Marcus se quedó allí y se quedó mirando considerando las opciones.
Marcus salió de su concentración cuando una manoaterrizó en su brazo. Mirando a su alrededor se estremeció
cuando vio a Stacey a su lado, con una cesta en su mano.

—Marcus, ¿qué estás haciendo? Me ignoraste completamente cuando te llamé. —Hombre, la voz era
molesta. No sabía cómo la había aguantado casi un año.

—Lo siento. Creo que tenía la mente en otra parte.

—Lo que sea. Estaba pensando que podías recogerme esta noche a las siete e ir a cenar. —Anunció Stacey, como
si tuviera todo el derecho a hacerlo. Marcus no tenía ni idea de qué había visto en ella. Brian era lindo, su voz era sexy y Marcus sabía que era mucho más amable que Stacey y un infierno mucho mejor en la cama que ella también.
Marcus quitó el brazo de su mano y negó con la cabeza.

—Lo siento, no puedo hacerlo. Tengo planes con mi compañero.
Marcus vio el momento exacto en que caló en el cerebro de Stacey lo que había dicho.

—¿Compañero? —chilló Stacey, elevando su voz varias octavas—. ¿Qué quieres decir con compañero?
¿Desde cuándo? Yo soy tu compañera.

Marcus se estremeció ante la idea.

—No, no lo eres —suspiró Marcus. Le daba lástima que Stacey estuviese tan desesperada por un compañero que hubiese recurrido a mentiras y engaños—. Salimos, y luego cortamos. Lo sabes. En ningún momento se me ocurrió que fueras mi compañera. —Marcus se volvió de nuevo a los estantes. Podía oír los ruidos ahogados de la rubia a su lado, pero pensó que era mejor no hacerle caso. Extendió la mano y cogió una pequeña botella plana de lubricante. Si querían probar cualquiera de los otros, él y Brian tomarían esa decisión y volverían más tarde.

Marcus se volvió a las cajas cuando Stacey se puso delante de él, bloqueando su salida por el pasillo.
Reprimiendo una maldición, Marcus se sorprendió cuando su voz salió plana y carente de emociones.

—Muévete, por favor, Stacey. Tengo que irme a trabajar.

—No, no me moveré. Quiero saber quién es.—Marcus estaba seguro que la voz de Stacey estaba apenas un tono
por debajo del chillido de un alma en pena. Mirando a su alrededor, Marcus tomó nota de que varias personas
merodeaban cerca, fingiendo no escuchar su conversación.
No podía culparlos realmente, hasta los clientes al otro lado de la tienda podían haber oído gritar a Stacey.
Ya había tenido suficiente de Stacey, y ahora llegaba tarde al trabajo. Marcus se inclinó y le susurró al oído.

—Su nombre es Brian. —Antes de que pudiera responderle, Marcus la esquivó y se dirigió a la caja.
Una vez que hubo pagado, puso la botella en subolsillo y se dirigió a su coche patrulla. Cuando Marcus estaba saliendo del aparcamiento, Stacey salía gritando en su dirección. Sin querer una segunda ronda, Marcus salió a la calle y se dirigió a la estación, deseando que llegara la hora del almuerzo para
poder ver a Brian de nuevo.

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[BRIAN]

Media hora después de que Brian saliera del garaje con su recién reparado camión, lo puso en la entrada de lo que se suponía era su nuevo hogar. Cuando Brian iba a salir del coche, su teléfono comenzó a sonar. Brian respondió mientras se dirigía al interior.