5. Tormenta

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Tras la tormenta viene la calma, eso es lo que mucha gente dice y piensa para resistir ante una incontinencia, una mala racha o cuando algo malo ocurría en sus vidas, pero ¿cómo hacer cuando la tormenta misma vivía en tu propia casa? Una tormenta que se calmaba de vez en cuando, pero también una que podía estallar en cualquier lugar y en el momento menos esperado. Así lo veía Kibum. Y en días como ese solo quería esconderse, llorar y huir.

Entre sus brazos sostenía con fuerza a su pequeña tormenta, quien había despertado molesto, no quería bañarse, cuando intentó quitarle la ropa para meterlo lo único que recibió fueron agresivos empujones y patadas impidiendo ser siquiera tocado, por lo que acepto dejarlo correr entre su cuarto y el del menor rendido, camino a la cocina cerrando la pequeña puerta que le impedía el paso al resto de a casa al menor mientras preparaba la comida. Para su increíble mala suerte, el pan molido se había terminado, por lo que no podía empanizar la comida para el infante así que preparo bimbap, kimchi, arroz y agua de pepino con limón rápidamente sin quitar en ningún momento el escuchar cualquier ruido.

Tomó la pequeña mano del niño para llevarlo a la cocina a sentarlo en su silla y comenzar a darle de comer con los palillos. En el momento mismo que la verdura entro en su boca, en un solo parpadeo escupió el kimchi y comenzó a lanzar golpes y patadas en todas las direcciones con fuerza, terminando la mesa y el suelo repletos de comida y agua. Lanzaba las cosas con tal fuerza que logro tumbar la pequeña mesa de cuatro patas y así bajarse de un brinco de la silla.

Con rabia continuó pateando la mesa hasta que quedo atorada en la pared. Al no poder moverla más sus pequeños puños se unieron a golpearla con fuerza. En el momento que un quejido escapo de sus labios Kibum reacciono. Se lanzó a caer de rodillas para sostener la cabeza con una mano evitando un segundo golpe en la misma, mientras con el otro brazo rodeo su cintura para pegarlo a su cuerpo y alejarlo de cualquier cosa con la que pudiera lastimarse, pero el enojo era tan grande que no quería ser detenido y, como último recurso los pequeños brazos se movieron doblándose y comenzar a golpear sus costillas con los codos con toda la fuerza que su pequeño cuerpo tenía. Entonces el mayor metió sus brazos bajo los ajenos tomando sus manos entre las propias para detenerlo al tiempo que con sus piernas rodeaba los pequeños pies para impedir que continuara moviéndose, lo que causo una rabieta por intentar soltarse.

Los peores días en la vida de Kibum eran esos, cuando su pequeña tormenta se lastimaba a sí mismo, sin importarle el dolor que se ocasionaba haciéndose llorar, sangrar y dejar moretones y rasguños por toda su anatomía, así que debía usar su propio cuerpo a recibir los golpes, siendo su escudo para no llegar a tener lesiones graves.

Cuando menos se lo espero y al tener sus extremidades inmovilizadas soltó un suspiro cansado en el momento que creyó que se había tranquilizado. No espero en ningún momento que la cabeza terminara estampándose con fuerza en su rostro dando de lleno en su ojo izquierdo sacándole un alarido de dolor, al tiempo que lágrimas de frustración corrían libres por su demacrado rostro.

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Fueron varios los minutos que Taemin tardo en calmarse, al menos en intentar soltar golpes a todas partes. Sin perder un solo segundo Kibum se levantó llevando al menor a su cuarto para tomar el bote con ligas junto a su dinosaurio favorito y así sentarse en la cama acomodándolo sobre sus piernas con su carita llena de lágrimas mientras con sus manitas tomaba el muñeco aferrándose a él mientras toda su atención se había centrado en los coloridos objetos dentro del bote que se movían en todas direcciones.

Una vez que estuvo completamente tranquilo con el bote en la cama que no dejaba de mover, el pelinegro aprovecho para ir a limpiar el desastre en la cocina. Desecho la comida en la basura y los trastes los dejo en el fregadero, todos eran de plástico, pues el castaño había quebrado todos los demás. Cuando todo estuvo limpio tomo su celular para ordenar la comida que a su niño le gustaba ordenando cuatro raciones y otras dos para sí mismo.

Kim Taemin《Jongkey》Kde žijí příběhy. Začni objevovat