Capítulo XV

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Kanan.

Cuando vi a Riko en el suelo, corrí lo más rápido hacia la puerta. Chika se encontraba a su lado, cuando me acerqué me mostró el lado izquierdo de la cabeza de Riko, en el cual había una pequeña fisura.

Lo primero que hice fue ayudarla, para después levantarla de su brazo. Me deshice del nudo de mi lazo y lo coloqué presionando la pequeña herida.

Chika apoyó uno de los brazos de Riko encima de su hombro, mientras yo hacía lo mismo con el otro. Aún así, Riko insistió en que se encontraba bien.

Esos fueron los primeros cinco minutos.

Es obvio ¿no? Lo que hice después...
No me podía explicar como habían llegado a esto.
Mari no decía nada. Y para mi sorpresa Dia tampoco.

De hecho You fue la única en responderme, aunque su tono no era el adecuado.

Chika y yo llevamos a Riko a su casa, ella insistió en llevarla al hospital, solo por si acaso. Pero le respondí que no pasaba nada, que solo fue un golpe, además sería malo si su madre se llegase a enterar de esto.

Y tras esto, Chika se despidió muy preocupada y se fue a su casa lo más rápido que pudo, era de noche y seguramente su hermana vaya a enfadarse.

La madre de Riko no estaba hoy en casa, volvería a la madrugada, según sé yo. Así que estábamos solo las dos. La ayudé a llegar a su habitación y se sentó al borde de su cama.

-Riko, espera un rato, ahora subo el botiquín.-

-Sí...- ¿Es normal que su voz suene tan decaída? Me pregunté.

-Dónde malditamente se encontrará el botiquín, hay demasiados armarios.- Me dije a misma mientras miraba cada uno de los pequeños armarios del baño.- Bingo! Te encontré!- Exclame al mirar la pequeña caja blanca.

Subí de inmediato hacia la habitación y vi a Riko mirando perdidamente su teléfono.

-Oh, ya estás aquí.- Me sonrió.

-¿Por qué tienes tantos armarios en tu baño? Prometo que en cada uno habia solo uno cosa...-

-Mi madre tiene un problema con el orden, así que...bueno, según ella dice que así es más fácil encontrarlo todo.-

- Si te refieres a que tienes que memorizar que el cepillo de dientes esta tres cajones arriba de la secadora de pelo y a dos a la izquierda de la pasta de dientes...No lo veo- Reclamé.

- Je, je...Sí, bueno ya estoy acostumbrada.-Me respondió con una ligera risa.

-Bien, déjame ver...- Me acerqué a ella y con el algodón en mi mano empecé a limpiar la herida.

-Auch...Arde...- Note como arrugaba las sábanas con su mano.-

- Solo espera...Bien, voy a cubrir la herida con la venda.- Agarré el trozo y cubrí su cabeza.

-No es...¿un poco llamativo?- Preguntó mirando hacia su teléfono.

-Bueno, yo diría que es más preventivo. Espera un rato, voy a dejar esto en su sitio y vuelvo.- Agarré el botiquín con mis manos.- Claro, si es que recuerdo donde iba...- Dije mientras salía del cuarto.

-Kanan! Espera...- Me pareció escuchar algo mientras cerraba la puerta.

-Esto es peor que buscar la "x", ¿donde iba esto?- En serio, este maldito baño es estresante. - Joder, de verda...Por fin! Bien! Encontré el cajón vacío, ja,ja!- Levanté mis brazos en señal de alegría.- Porqué me siento como si hubiera realizado un logró...- Susurré.

-Riko~ - Canturreé un poco.

- Kanan...- Señaló su lado.- Ven. - Sentí su voz muy fría.

- ¿Quieres...hablar de lo que ocurrió? ¿Me equivoco?

- Gracias.- Eso escuché al sentarme a su lado.

-¿Eh?... ¿De nada?- Respondí muy confusa, ¿gracias porqué? Por lo de la herida, supongo.

-¿Sabías? Me fije en ti aquella vez después del entrenamiento exhaustivo de Dia, aquel en cual Yoshiko se desmayó. No sé el porqué pero sucedió. Fue todo muy repentino...

-Esto a que vien- Ni siquiera me dejo terminar la frase.

-Debo admitir que es verdad lo que te dijo You aquel día, sí, te escribía poemas y te observaba a lo lejos cuando buceabas.- Su voz suena melancólica, eso parece. - Me alegró mucho el saber el que te gustaba, ese día me puse tan contenta que escribí la canción más rápida que haya hecho. La emoción, supongo.- Porqué empezó a decir esto,no lo entiendo- Kanan.- Me miró directamente a los ojos. - Ante todo, eres una persona muy importante para mí, créeme, muy importante. Te quiero, y eres mi amiga. Y es por eso...que creo que deberíamos dejarlo.-

No. No. No, no, no...No! Yo, no escuchado eso, esto, esto no esta pasando. ¡Como puede estar ocurriendo esto!

-¿Eh? Cómo, no comprendo, ja,ja,ja.- Sí, no sé me ocurre otra cosa que hacerme la tonta.

- Kanan...- Oh, cierto, ella me conoce.

-Me estás diciendo que se acabado, ¡¿en serio?!-

- Sé que tal vez no lo entiendas pero cre-

-¡No!- Grité.- No hemos tenido ningún problema, ¡¿verdad?! ¡¡NO VEO EL PORQUÉ DEBEMOS QUE TERMINAR!!-Mierda, he gritado.

- Kanan.- Tomó mi mano.- No me gusta verte así, ¿ves? Es mejor que esto se acab-

- ¡¡SI NO TE GUSTA VERME ASÍ ENTONCES NO LO HAGAS!! N-no...l-lo hagas.- Me cubrí el rostro con mi manos. Odio, que me vean así, no, odio que ella me vea así.

-Lo estás haciendo más difícil para las dos Kanan.-¡¡¿Como puede decirlo tan tranquila?!!, es que acaso...no...le duele.

- Quiero una explicación.- Susurré.

-Kanan...-

-¡¡QUIERO UNA EXPLICACIÓN!!- Fueron solo unos segundos de silencio antes de que la escuchará suspirar.

-No...no te quiero de esa forma, ya, no.-

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Llegar a mi casa y encontrar a mi padre dormido no fue una gran sorpresa.

-Dios, es demasiado tarde.- Me tiré encima de mi cama. Agarré mi teléfono y escribí un simple mensaje sin pensar demasiado.

Supongo que es imposible de ocultar que estoy llorando.

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Wow, he actualizado esto más rápido de lo normal x'd.

-Aki.

It's not a joke (Kanan x Mari) ||ɪɴ ʀᴇsᴛ||Where stories live. Discover now