Capítulo 3- Pacto

3 1 0
                                    

Conduje lo más rápido que pude al Hospital, sin tener la mínima idea de lo que pudo haber ocurrido. Dejé mi auto en la entrada y corrí hacia adentro del Hospital en busca de la habitación que me había dicho la enfermera que llamo. Abrí la puerta y allí estaba mi padre. En la camilla, con demasiados tubos conectados, vendas en sus manos, pies y cara. Solo se divisaba el ojo derecho y estaba hinchado. Su corazón latía débilmente.

"Papá"
"Hijo" me llamo sin animo
"Padre solo descansa ¿sí?"
"Tu madre"
"Solo descansa papá, yo la buscare"
"Hijo, busca la caja"
"Papá no te esfuerces necesitas descansar'
"Caja Fuer...te"
"Padre, todo estará bien. Solo descansa"

Creí pensar que todo estaría bien, cuando escuche como su corazón dada los últimos latidos y la máquina que estaba conectada a su ritmo cardiaco comenzó a chillar. Me aferré a su mano, solo comencé a llorar. El doctor entro junto con las enfermeras, no había nada que pudieran hacer, su cuerpo estaba demasiado débil y no serviría de nada revivirlo. El doctor declaro la hora de muerte. Una de las enfermeras me entrego en una bolsa su billetera, reloj y las llaves del auto junto con las reservaciones del restaurante donde él y mamá iban a comer.

"Mamá! ¿Dónde estás?" Sali del cuarto corriendo. Una vez en el pasillo comencé a gritar nuevamente "Madre"
"Oye necesita calmarse" dijo una enfermera
"Necesito encontrar a mi madre"
"¿Cuál es el nombre de su madre?"
"Samantha Shark"
"Su madre falleció en el accidente, los paramédicos intentaron todo lo posible, pero fue muy tarde, lo siento"

No podía creerlo, no era posible. Perderlos a los dos al mismo tiempo. No, no era verdad. Me tire al suelo llorando. Mi cabeza quería explotar, no podía respirar, solo quería gritar. Mis ojos estaban ardiendo al igual que mi garganta, sentía ¿sed? No, ¿por qué ahora? Sali corriendo y me monté en el auto, conduje lo más rápido que pude hasta la casa. Cuando llegué, Sali corriendo del carro, abrí la puerta de sopetón y subí corriendo las escaleras hasta mi habitación, tome una bolsa de sangre y en medio segundo ya la había terminado, tome otra. En cuanto se acabó los sentimientos volvieron a inundarme la cabeza, me sentí roto, hueco y todo un miserable por no haber podido salvarlos. Bajé las escaleras y me dirigí al despacho de papá. Tomé una de las botellas de whisky y me senté en la silla del escritorio. Entre sorbo y sorbo acabe con la botella, pero no me sentía embriagado, ni siquiera sentía el calor del licor bajando por mi garganta. Tome la botella y la tire contra la pared, dando a un cuadro y tumbándolo al suelo. Dejando a la vista una caja fuerte.

"La caja fuerte"

Me quede mirando detenidamente la caja, ¿Sería aquella la caja fuerte que mi padre menciono con su último aliento? Me acerque, para abrirla hacia falta un código.

"Maldición" dije para mis adentros.

Unos golpes en la puerta me sacaron de mis pensamientos.

"Joven Mikaela, es Verónica. Quería notificarle que todo está listo para el funeral. Si necesita alguna cosa no dude en llamarme"

Luego escuché como sus pasos se alejaban. Respire hondo. Todavía no creía todo lo que estaba pasando, me era imposible. Tomé otra botella de whisky y subí a mi habitación. Cuando la botella dio su último trago la puse en el suelo y me tiré en la cama. Me quede dormido entre llantos.

El funeral fue corto, no quise extender la agonía de saber que ya no estarían en el mundo para mí. Que mi madre no me esperaría todos los días para saber cómo había estado la escuela. Solo permití que dejaran pasar a personas cercanas a ellos.

"Joven, ella es Lauren Foster, es representante de la compañía en Portland. Era muy amiga de su padre y madre y desea que se le permita un momento con ellos"
"De acuerdo"

GarrasWhere stories live. Discover now