Cum Daemons

Capítulo 2

Capítulo 2

-Aun no entiendo como esto puede ser posible. Es más, no entiendo cómo puedo procesar todo esto sin terminar en un manicomio ¿entiendes? ¡Ni si quiera sé por qué tienes alas en los pies!- Hermes voltea los ojos. Tiene una postura perfecta, sus manos se toman por detrás mientras me ve caminar como idiota en mi casa.

-No tengo alas en los pies, son mis zapatos, Eris.-me volteo velozmente apuntándolo con el dedo.

-No- niego con la cabeza-. No te atrevas a llamarme Eris, Soy June.- miro sus pies- ¿No podías tener alas en la espalda como un ángel normal? Pareces un chiste emplumado.- Siento una punzada en uno de mis talones, a los segundos estoy en el suelo con Hermes pisándome el tórax. Suelto una quejido de dolor.

-Todavía eres débil- Me mira imponente-, tus mejores opciones no son provocarme-Saca su pie de encima y se aleja un poco-. Habrá cosas de deberás aprender antes de ir a tu misión. La atención que pongas serán tus ganas de sobrevivir allá abajo.- me levanto un poco hasta sentarme.

-¿Cómo es posible que los Dioses puedan morir? ¿A dónde van? Se supone que ustedes son el siguiente paso de la muerte.

-Nosotros- me corrige, yo frunzo el ceño-, y sí, es completamente posible. Tal vez seamos el siguiente paso para ustedes los humanos, pero no lo somos para nosotros mismos-Hermes mira mi expresión, es como si me hablara algún idioma nuevo, no entiendo nada. Él se sienta en la cama y me mira-. Mira, hay factores que pueden afectar de maneras distintas, tanto a demonios como a Dioses. Un ser de luz no puede pasar tiempo en ambiente oscuro, y no, no hablo simplemente a la ausencia de luz como lo es en el mundo humano. El ambiente oscuro es...-mira el techo por un momento, como si recordara cada vez que pisó el inframundo. Me vuelve a mirar- pesado. Es como si el aire no existiera, como si todo estuviera asechándote. Un ser de luz, en la oscuridad roja, calórica que es el inframundo, no su poder al máximo. Es débil.

-¿Poder? ¿Cómo poder?

-Eso también es otro asunto. Escucha. Los dioses tenemos los poderes que todo ángel tiene, como crear luz, levitar cosas, volar. Los ángeles son de paz, pero también son guerreros, crean llamaradas de fuego blanco, que es letal para los demonios, saben pelear, usan armas forjadas en el mismísimo cielo. Muchas cosas más.- él sonríe, es como si contara un cuento a una pequeña niña, con cariño y emoción al recordar su hogar...y así es como me siento, una niña.

-¿Cuál es la diferencia de un ángel y un Dios, entonces?

-Los Dioses tenemos también poderes especiales, únicos e individuales. Yo, por ejemplo, logro entrar en la mente de las personas, las puedo hacer alucinar, puedo hacer que vean lo que deseo. Y, como ya sabes, puedo viajar por cualquiera de los mundos.

-¿Qué hay de los demás?

-Oh, bueno- Hermes eleva las cejas, graciosamente sus pequeñas alas de pies también se mueven un poco-, es una extensa lista, Eris. Afrodita logra que la ira más fuerte se convierta en algo hermoso, dulce, tranquilo- suelta una sonrisa- No aplica para los Dioses del inframundo claro, solo en demonios y ángeles. Es algo tan complejo de explicar. Los poderes especiales de los Dioses, ya sean del infierno o del cielo, no pueden hacer un efecto completo en otro Dios. Tal vez puede dañarlo un poco, pero jamás completamente. Hay escenarios que considerar. En el único lugar donde ambos "bandos" pueden enfrentarse sin sufrir daños, o más bien, sin morir por el ambiente es en la tierra. Esto significa que una guerra del bien y el mal, donde ángeles y demonios se enfrentar siempre serán en la tierra.

-¿Quieres decir que la tierra es el único lugar donde puede formarse una guerra?-Hermes asiente.

-Efectivamente. Los seres de luz no pueden pisar el inframundo, así como los seres de oscuridad no pueden pisar el olimpo. Pero ambos pueden pisar la tierra.

-¿Entonces cómo se asesina a un Dios? Si sus propios poderes no funcionan con ellos.

-Los poderes no, pero las armas sí. Mira, cada Dios por así decirlo, tiene un arma al que es letal. Por lo general esa arma es una daga, que contiene una piedra de energía. Cada piedra es distinta para cada Dios. Es decir, a mí tal vez me puedas asesinar con un diamante, pero no a Atenea, para ella necesitaras un rubí.

-¿Un diamante?- frunzo el ceño.

-Es hipotético, pongo ejemplo de piedras que tú como supuesta humana conoces. Las piedras que nos pueden quitar la vida son muy difíciles de conseguir, es decir, hay una en su especie. Fueron creadas para ese único proposito- levanta los hombros.

-¿Acaso el olimpo tiene algunas piedras de los Dioses enemigos?- Hermes asiente.

-Sí, pero no todas. Piedras más importantes siguen perdidas, como la piedra que puede asesinar a Hades o la que puede asesinar a Zeus. A las demás piedras que sí están en nuestro poder jamás las hemos usado, espero que jamás las usemos.-yo levanto las manos y niego.

-Espera ¿Cómo? ¿Por qué?

-Mira Eris, todo en éste universo necesita un balance. Por esa razón existe el bien y el mal. Por esa razón existen esas piedras. No podemos ir asesinando a todos los Dioses del inframundo, sería imprudente para nosotros y la raza humana. No podemos dejar que el mundo se desequilibre solo porque Hades quiere venganza. Es un complejo círculo, y todo por mantener el equilibrio del universo mismo.

-Si todo tiene una razón de equilibrio ¿Por qué Hades quiere controlar el mundo? ¿Acaso no lo perjudica?

-No Eris, Hades es un Dios complejo, claramente un Dios de odio puro. Nosotros, los Dioses blancos, consideramos la existencia humana una bendición, algo hermoso de ver, el propósito de toda la especie es completamente único. Es decir, dándote un ejemplo muy mundano: supongamos que hay personas aquí con capacidad de torturar y/o extinguir a una raza animal, como decir, los perros; también hay personas que tienen la capacidad de cuidar, proteger y ver por el bien de esta especie. Los humanos, con la capacidad de cuidar estos animales, no le ven el sentido a la tortura y extinción de esta especie, la considera una especie magnifica, amigable y leal. A las personas que desean ver estos animales morir no les importa absolutamente nada, solo desean ver destrucción, sangre, dolor.- levanto las cejas y quedo pensando unos segundos.

-¿Nos comparaste con perros?- Hermes se golpea la frente con la mano y niega la cabeza.

-No se supone que seas asi de tonta, Eris.

-June.-Corrijo.