«CAPÍTULO TREINTA Y SIETE»

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—Solo tuve insomnio.

—¡Bien concursantes! —Entró el presentador con una gran sonrisa—. El desafío de hoy será totalmente diferente.

—Eso dices de todos los desafíos, Cam—viró los ojos la japonesa mientras apoyaba la mejilla en su mano.

—¡Lo sé! ¡Es que todos son geniales! ¡Ahora síganme!

Todos se levantaron de sus asientos y empezaron a seguir al conductor encontrándose con una gran cancha parecida a una de vóley pero sin la red, había un círculo al centro y una línea partiéndolo a la mitad. Todo estaba en medio de la playa y habían cerrado todo con unos vidrios gruesos los cuales protegían a todos los concursantes.

Entraron asombrados percatándose de que al medio de la cancha había varias pelotas de "quemados".

Bill entró a duras penas y se tiró en las gradas cerrando los ojos de inmediato, todos voltearon a verlo con una mueca y este abrió los ojos demostrando furia.

Hace mucho que no veían a ese tipo de Bill.

—Despiértenme y les juro que será lo último que hagan—señaló antes de quedarse dormido.

—El desafio de hoy es el clásico juego: Quemados. Creo que todos en lo hemos jugado en la escuela y sabemos las reglas—Cam miró como una mano en la multitud se alzaba y viró los ojos—. No, Paige. No puedes tener inmunidad por ser bonita—la chica bajó su brazo e hizo un puchero—. Igual les explicaré las reglas—el conductor agarró una pelota—. Si la pelota les pega...—y tiró la pelota con fuerza hacia la pelinegra.

—¡Oye! —se quejó Megan retorciéndose de dolor—. ¡No hagas eso!

—¡Están fuera! —Prosiguió el conductor—. Si la atrapan el lanzador queda fuera y el que la atrapa puede traer de vuelta a un miembro del equipo que haya sido eliminado

—Y... ¿Qué es lo que hago cuando la pelota caiga hacia mí?

—¡La esquivas!

El conductor le tiro con fuerza una pelota hacia Paige pensando que iba a hacer lo dicho pero no... la bola cayó directamente en su rostro haciéndola caer de espaldas alarmando a todos.

—Uhh...—Cam hizo una expresión de dolor—. Paige... ¡Se suponía que tenías que esquivarla!

—Hmm... —se quejó a la chica—. ¿Me veo muy mal? —murmuró girándose a su novio quien la miró con horror ya que tenía un ojo morado.

—N-No... —rio nervioso el peliazul—. T-Te ves muy bien.

—Cada partido tendrá tres jugadores ¡Y gana el mejor de cinco! Ahora... ¡Comiencen! —Alentó el conductor tocando el silbato—. Todos los uniformes están en la parte de atrás.

❝CONFESIONARIO DE CHANNEL

La castaña de cabello corto miró a la cámara con los brazos cruzados con una ceja enarcada.

—Bien, admito que los uniformes tienen lindo color—dice viendo su lindo top y falda de color blanco y amarillo como el de una porrista—. Pero... realmente creo que esto—señaló su ajustado top—. Es muy pequeño.

❝FIN DEL CONFESIONARIO

El silbato volvió a sonar, los que se encontraban en juego eran Alex, Trent y Channel por los amaneceres y Paige, Will y Namie por los anocheceres.

—¡Vamos solcitos! ¿O acaso tienen miedo? —se mofó Paige sorprendiendo a todos.

—Oh~ querida hermanita. Hablas mucho y haces poco—dijo a la vez que le tiraba la pelota a su hermana.

Drama en la IslaWhere stories live. Discover now