La vida de un árbol

LA LLUVIA Y EL VIENTO

LAS VIEJITAS CHISMOSAS SALÍAN DE SUS CASAS Y HABLABAN CON TODA LA CIUDAD, ELLAS DECÍAN QUE HABÍAN ESCUCHADO EN EL NOTICIERO QUE IBA A HABER UNA TORMENTA: FUERTES VIENTOS Y MUCHA LLUVIA, MENCIONABAN HASTA GRANIZO. YO NO ESTABA TAN ASUSTADO PORQUE CADA VEZ QUE HABÍA UNA TORMENTA MI FAMILIA, MIS AMIGOS Y YO NO LA SUFRÍAMOS, NUESTRAS RAMAS NOS CUBRÍAN, PERO CLARO, AHORA QUE ESTOY SOLO, NO ERA IGUAL. 

TODO EMPEZÓ COMO UNA BRISA SUAVE, PERO LUEGO SE HIZO MÁS Y MÁS FUERTE, YO EN ESE MOMENTO ME EMPECÉ A PREOCUPAR, MIS RAMAS, EMPEZARON A CAERSE. LA LLUVIA EN CAMBIO ME REFRESCABA Y ME REGABA, PERO EL PROBLEMA ERA EL GRANIZO, CAÍA DEMASIADO FUERTE Y AL CAER SOBRE MI TRONCO ME LASTIMABA Y HACÍA QUE MI CORTEZA SE CAIGA.

LAS HORAS PASARON Y DEJO DE LLOVER, LA GENTE SALÍA DE SUS CASAS PARA PREGUNTARLES A LOS VECINOS SI TENÍAN ELECTRICIDAD, MUCHOS DECÍAN QUE HABÍA SIDO LA TORMENTA DE LA DÉCADA, PERO CLARO, CUANDO ESTABA LLOVIENDO NO SE VEÍA NI A DOS METROS, FUE HORRIBLE.

HABÍA SIDO UN CAOS TOTAL, PERO, LO QUE MAS ME GUSTO DE ESTA TORMENTA FUE QUE MIENTRAS LOS ADULTOS HABLABAN CON LOS VECINOS, LOS NIÑOS VENÍAN JUNTO A MI Y ME ABRAZABAN.

                                                                       FIN