Vida Universitaria [Haikyuu]

»Llegada«

Sugawara Koushi se había graduado de la Preparatoria hace unos cuantos meses, ahora tenía que dar el siguiente paso. Se encontraba completamente satisfecho con lo que había logrado en Karasuno, a lo que al igual que su mejor amigo, Daichi Sawamura habían estado intercambiando mensajes durante las vacaciones y habían descubierto que ambos fueron aceptados en la misma Universidad, lo cual tenía muy contento a ambos ex-cuervos.

Los días pasaron volando y cuando menos se lo imagino, el de cabellos plateados ya tenía que partir a la capital, para este punto ya se había despedido de su familia e iba dentro del tren con rumbo hacia dónde sería su nueva escuela por un par de años más.

Durante el trayecto sentía sus manos temblorosas esta vez asistiría a un internado ya que había elegido la opción de quedarse en los dormitorios con los que contaba su Universidad, ya que al poner las cosas en una balanza tanto la opción de rentar un apartamento en la ciudad o ir y venir todos los días era bastante caro, al hablarlo con sus padres estuvieron de acuerdo con la decisión de su hijo, ya que los dormitorios dentro de la universidad eran la mejor opción.

Después de algunas horas de haber estado en el tren, por los altavoces se dio el anuncio de que en unos cuantos minutos más, llegarían a la capital. El de ojos color miel apretó la mochila que tenía en sus brazos contra su pecho comenzó a sentir nervios y en su pálido rostro se reflejaba, ya que destacaba un leve sonrojo sumando que su corazón latía con fuerza.

— Me pregunto si Daichi ya llegó... –Se cuestionó a si mismo en forma de susurro, mientras sacaba su celular de las bolsas delanteras que tenía la sudadera que llevaba puesta. Lo desbloqueó y se metió a la conversación que mantenía con su mejor amigo notando que el último mensaje fue el suyo antes de tomar el tren y que la hora de última conexión de Sawamura había sido temprano por la mañana. La voz del alto parlante lo sacó de sus pensamientos también sintiendo como el tren se detenía al mismo tiempo, anunciando su lugar de destino. Koushi rápidamente se puso de pie agarrando sus cosas y salió del tren, tomando el rumbo al que sería su hogar durante los próximos años.

(...)

Por otro lado cierto chico de piel morena se encontraba caminando por la enorme ciudad, para este punto Daichi ya había llegado y se encontraba justo en la entrada de la enorme Universidad.

Cabe destacar que se encontraba un poco nervioso, pero más que nada estaba emocionado por conocer a sus nuevos compañeros de habitación, de clases y sobretodo cómo sería el equipo de Voleibol.

Una vez que entro se quedó cerca de la puerta y le mandó un mensaje a Suga, quién lo acompañaría en aquella travesía. Le indicó dónde se encontraba y que lo esperaría en el lugar para después ir a revisar en qué cuarto habían sido asignados ya que se imaginaba que su amigo estaría muy nervioso.

— Mira, mira... Pero si es el Ex-Capitán de Karasuno... Daichi-san. –Fue una voz que se escuchó a sus espaldas sacándolo de sus pensamientos la reconoció al instante. Su cuerpo se tenso levemente y volteo encontrándose con un chico de cabello y ojos color marrón chocolate que conocía bastante bien

— Oikawa... –Solto este con una voz de total sorpresa con sus ojos un poco abiertos ya que no esperaba encontrarse con aquel chico, se había sobresaltando un poco del lugar donde estaba parado ya que había notado que ex-capitán de Aoba Johsai, no estaba solo.

— ¡El opuesto de Karasuno! –Solto uno de los acompañantes, quien poseía un cabello de intenso color rojo y ojos iguales, apuntando a Sawamura– Wakatoshi-kun, tenías razón estos años serán muy interesantes -Sonrió Tendou moviendo sus dedos como particularmente lo hacía, estando parado al lado de Ushijima.

Ushiwaka... pensó Daichi enfocando esta vez al ex-capitán del Shiratorizawa y a su compañero que hacía gestos extraños y movía sus dedos.— ¿Que hacen aquí...? –Cuestiono con un hilo en la voz ya que estaba en un shock, bastante impresionado porque no esperaba para nada encontrarse con quiénes estaba manteniendo contacto visual en ese momento

— Seremos compañeros. –Sonrio Oikawa usando un tono de voz levemente burlón, ante la reacción del chico de cabellos oscuros. Ya que anteriormente Tooru se había dado el mismo susto que Sawamura ya que incluso antes de pisar la entrada de la Universidad, se había encontrado con el par de Ushijima y Tendou, el había reaccionado muchísimo peor que el moreno.

Antes de que pudiera responder a lo que el castaño le había dicho, su teléfono vibró anunciando que tenía un nuevo mensaje aprovechando que estaba en su mano, solamente le dió un rápido vistazo y pudo ver qué era un mensaje de Suga.

"¡Hey, Daichi! Ya estoy por llegar. No vas a creer con quién me encontré...😉"

No pasó mucho tiempo, quizá ni siquiera un par de minutos cuando escucho una voz bastante familiar para el— ¡Daichi! –Escucho el llamado de su mejor amigo, se dió media vuelta y pudo ver como caminaba en su dirección con una de sus manos alzada llamando su atención hasta que llegó a estar parado justo frente a él– ¡No vas a creer a q... – Sus palabras fueron detenidas cuando la mirada de Koushi se desvío unos cuantos segundos detrás de el moreno, sus ojos se abrieron con sorpresa al notar a los singulares chicos que estaban acompañando a su amigo.

Esta vez Daichi estaba apunto de hablar pero nada salió de sus labios al notar también a los individuos que se encontraban detrás de su amigo de cabellos plateados, esto debía ser una broma.

— ¿¡Hey, Hey, Heeeey!? –Se escucho la fuete y animada voz de cierto chico de cabellos negros y platinados que tenía estirados sus brazos

— ¡Hey, Hey! ¡Mira nada más Bokuto! –Esta vez fue la voz de Kuroo quien tenía una sonrisa en su rostro, mirando a los dos chicos que habían pertenecido al Karasuno pero antes de que pudieran decir algo más alguien les interrumpió

— No hagan tanto escándalo –Les calló cierto chico de estatura un poco baja saliendo detrás de Tetsurou, con el ceño fruncido ya que entre ellos dos lo habían dejado un poco aturdido, a Yaku no le había agradado aquello.

Para este punto, los que iban llegando se habían quedado sin palabras al ver a quienes acompañaban a Daichi, y los que ya se encontraba allí miraban a los que recién entraban.

Todos se miraban entre ellos, con una expresión de sorpresa a unos se les notaba más que otros, pero...

Todos pensaron lo mismo en ese momento;

— ¡Esto no puede ser!