Cap.2 Esto no era nada fácil

Comenzar desde el principio
                                    


-¿Qué hacías?- preguntó, al ir hacia el salón vi que ya estaba sentado con el mando de la tele.


-Me iba a dar una ducha, pero tu como siempre inoportuno..


-Puedes irte a duchar, yo te espero aquí.


-¿Y eso? ¿Qué mosca te ha picado?- dije al sentarme a su lado.


-¿No puedo venir a ver a mi chica favorita?


-No, hasta que no me digas que pasa.- dije mirando los canales que estaba cambiando cada dos por tres.


-Nada, quería recogerte para ir dar una vuelta.


-No tengo ganas Jorge, encima mi madre estará por llegar con la enana.


-¿Perdí mi tiempo venir aquí?


-No se, tu sabrás.- dije riéndome.


-Ya verás.- y comenzó a hacerme cosquillas, no me pude aguantar y me puse a reír a carcajadas.


-¡¡JORGE!! YA...ja ja, ya vale.. por..por...f..por favor.- paró al fin.


-Eso por no querer venir conmigo.


-¡Uii, que miedo!- dije con ironía. Al escucharme quería volverme a hacer cosquillas.- No, vale perdona, perdón.


-Como me gusta que te pongas así.- se me quitó por completo la risa y puse cara seria.- Venga no te enfadas.


-¿Siempre tienes que hacer eso?


-¿El qué?


-No te hagas,- le di un golpe en el hombre.- lo sabes muy bien.


-¡Es que me encantas!- y comenzó a darme besos por toda la cara, yo solo quería apartarlo de mi, pero no lo lograba, incluso lo tenia arriba mía. Pero después se escuchó a alguien reír.


-Para eso ir al cuarto no aquí donde te pueda pillar tu madre.- dijo antes de ir para la cocina.


-¿De que vas?- dije al levantarme e ir detrás de el.


-De Edu, ¿y tu?- dijo riéndose.


-Jorge, vete mañana hablamos.


-Como quieras preciosa.- antes de irse se asomó por la cocina a darme un beso en la mejilla y vi que miró con mala cara al otro, y claro no es tonto así que el le devolvió la misma cara. No entendía a los tíos a veces.

Se cerró la puerta y me quedé mirándole con cara de cabreada.


-¿Vas a parar de meterte en mi vida?


-¿Y yo cuando me he metido en tu vida?- dijo al coger un vaso y ponerse agua.


-¿Desde que estás viviendo aquí?


-Venga, no sueñes tanto. No me importa nada de lo que hagas, solo me preocupo por tu madre, que piensa que eres una buena hija, pero no tienes nada de buena.- dijo sin mirarme a la cara.


-¿Eres idiota?


-Puede, pero tu eres mucho peor que yo.- ya no aguantaba como me estaba tratando así que cuando vi que se giraba quise darle una hostia, pero me cogió la mano.- ¿Pensabas pegarme?


-No, pensaba acariciarte, no te jode. Sueltame.


-Que pesadilla de chica eres, dios.- dijo al soltar al fin mi mano e irse de la cocina.


-Gilipollas..- y fui a encerrarme en mi cuarto. Este tío me estaba poniendo de los p**** nervios y no iba a darle el gusto.

Me di la ducha que me quería dar, me puse el pijama y se escuchó hablar a mi madre, entonces ya había llegado. Salí de mi cuarto  y me fui para donde se escuchaba su voz, la cocina.

-Mamá, ya por fin llegaste.- fui a darle un beso en la mejilla.


-Si, hija, estuve terminando unos diseños y Sofia quiso quedarse conmigo, y nada mas llegar se fue a dormir.


-Me lo imagino, cansadisima debería de estar.


-¿Y como os fue a los dos hoy?- nos preguntó ya que el estaba sentado y yo de pie al lado de mi madre.


-A mi como siempre, bien, pero a otro...- contesté y mirando con mala cara a Edu.


-¿Pasó algo Edu?- preguntó mi madre preocupada.


-No, nada, me fue bastante bien. No le hagas caso a tu hija c....- ¿pero que se cree? Mi madre se me quedó mirando.


-¿Ya empezasteis con las peleas?


-¿QUÉ? NO.- dijimos los dos a la vez, al darnos cuenta nos quedamos mirándonos, mi madre solo se limitaba a reír.


-No, bueno, ya sabes mamá, no me gusta que siempre traigas a gente desconocida.


-Hija, así estabas cuando llegó Luis, y mira ahora no podéis dejar de hablar cada día. Y Edu ya no es un desconocido, ya lo conoces lo suficiente, ¿verdad Edu?- el solo escuchaba sin decir ni mu, y la verdad no me gustaba como lo defendía mi madre.


-¿Por qué siempre los tienes que defender? A veces pienso que también soy una de tus refugiadas.- dije al irme a mi cuarto y encerrarme.


-FERNANDA, VUELVE AQUÍ.- no le hice caso así que me acosté a dormir, pero antes cerré la puerta de un portazo.- FERNANDAAA, MAÑANA HABLAREMOS..- Ya se que me había pasado pero es que en ocasiones me pongo de los nervios, ya no aguantaba y estallé. Pero a ver que pasa mañana.

Ya me había dormido y me llegó un sms, dios mio, pensé. Al mirar la hora 03.48. A quien se le ocurre enviarme un sms a esas horas.

¿Cómo esta la hermana más guapa del planeta?
Siento despertarte peque, pero es que no me podía dormir solo quería ver como os iba, ya que no he podido llamar estoy últimos días. Os echaba de menos.
L.

Cuando vuelvas te mataré. ¿Cómo se te ocurre despertarme a estas horas de la madrugada?
Tu no sientes nada pedazo de despertador molesto ja ja.. a saber que has estado haciendo, pues tu queridisima madre volvió a traer un tío que no puedo ver ni en pintura. Se atrevió a decirme de todo durante estos días que está, se cree mucho, pero lo pondré en su lugar, ya me conoces. Y bueno mañana llama pero a las cuatro de la TARDE, no de la madrugada!!
F.

Perdón peque querida. Y yo cuando vuelva veras lo que te espera. Uii no sabes cuantas cosas, mejor ni te cuento, todavía eres menor de edad.. je je. Tu como siempre una gatita feroz, defendiéndote con uñas y carne ¿eh? pequeña diablilla. Vale, no contestes el sms y mañana hablamos, BUENAS NOCHES ENANA!
L.

Leí el sms y reí este pedazo de grandullón siempre terminaba haciendo me reír, aunque sea para un momento, y me volví a dormir, mañana iba a ser un día bastante duro y ¿por qué? La bronca del siglo, mi madre se había cabreado bastante, así que lo que me esperaba...

Vuelta a Empezar (Editando..) © ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora