La loba se sentó en la misma silla en la que había sido juzgada la primera vez, y que correspondía a su antigua manada, por pedido de Hades se había decidido que se mantuviera ese lugar. A su lado su esposo la acompañaba. Layan estaba frente a ellos. Ahora que ella podía ver claramente se percató de los demás presentes y que no había recaído en ellos durante su boda. Estaba más pendiente en cómo actuar delante de la mirada penetrante de la suegra y la figura imponente del suegro.

De las cuatro sillas una estaba vacía y debía corresponder al alfa más joven. Cuerpo que había estado a su lado durante aquel trágico viaje. Uno de los tres lobos era adulto, incluso más que Layan al punto de tener varias canas en su cabello y arrugas en su rostro. Debía de pasar al menos los 4000 años, que no fuera el líder del Consejo solo indicaba que el poder de Layan estaba incluso por encima de el de él. Seguido de este lobo lo que vio la hizo impresionarse levemente. Los otros dos alfas eran gemelos al igual que Hades y Leoxi. Sus cabellos eran blancos, no, plateados, la diferencia, uno lo llevaba a la altura de los hombros y al otro le caía como una larga cascada hasta la cintura. Sus ojos eran de un verde muy oscuro y su piel parecía tostada.

-Bien, demos comienzo a la reunión de emergencia, no podemos permanecer mucho tiempo lejos de nuestras manadas- Layan comenzó a hablar –Ya se les ha informado a gran escala de lo ocurrido por lo que no caeré en detalles. Suponemos que Liam ataque dentro de dos días, cuando haya luna llena, todos los datos indican que será el momento que su fuerza estará plena. Nuestro objetivo principal es acabar con él, no destruir a los miembros de la manada de hierro-

-Eso será un problema- el lobo más viejo habló –¿Estás diciendo que cuando ataquen no le hagamos daño? ¿Cómo se supone que nos vamos a defender?-

-Fuimos informados que están siendo controlados en contra de su voluntad- uno de los gemelos intervino- Si se pudiera hacer algo con eso podríamos centrarnos en cómo acabar con un lobo que sus mordidas no cierran y que es más fuerte que incluso usted Layan-

-Para eso es que vino César- Nebraska interrumpió firmemente y recibió la atención de todos, ya que ni el mismo Hades sabía de sus planes.

-¿A qué te refieres Nebraska?- Layan alzó la ceja acusándola de que no le hubiera contado cualquier idea que se le hubiera cruzado.

-Solo lo diré si prometen algo- sus palabras fueron tan secas que más de uno se mostró indignado.

-No me puedo creer que la misma loba que habíamos condenado a muerte ahora nos esté poniendo condiciones- el otro gemelo protestó

Un gruñido salió de Hades y de Layan y este retrocedió.

-No tengo más alternativa, lo que voy a decir puede poner en peligro a los pocos omegas que quedamos, no puedo permitirme eso-

-¿Qué deseas?- Layan dijo antes que cualquiera pudiera ponerla en una situación difícil.

-Primero que nada de lo que yo diga aquí puede salir a la luz y que todos los omegas que encuentren y no estén vinculados queden bajo mi protección- fue lo que pidió y los alfas solo se quedaron mirándola.

-¿Con qué objetivo?- el alfa adulto le preguntó.

-Siempre nos han visto como herramientas, sea lo mismo para reproducción como para beneficios propios. Es sabido que nuestros poderes los tenemos bien ocultos y es un tabú mostraros, y no debemos hacerlo a menos que la situación lo amerite. Puede que después de esto nos esté condenando y la culpa incluso pueda matarme. Pero no quiero que más ningún omega sufra como yo-

Hades le sonrió levemente orgulloso de la esposa que había elegido. Layan por su parte entrecerraba los ojos. Él podría prometérselo pero no sabía bien cómo reaccionarían los otros alfas así que tuvo que tomar medidas drásticas.

- Litus, Leon, Asula- se dirigió a ellos con aquella voz que incluso Nebraska que no era la receptora tembló –Lo que se diga aquí queda enterrado y cualquier omega tiene que ser enviado aquí, entendido. El que no lo haga será condenado a la muerte- sus ojos brillaron tras la amenaza.

Los alfas tragaron en seco y asintieron con la cabeza. Aquella había sido una orden enviada directo a su subconsciente, si la desobedecían Layan lo sabría.

-Ahora Nebraska, puedes hablar-

La omega asintió con la cabeza y respiró profundo apretando los dedos.

-La capacidad de controlar la mente no es solo de Liam, todos lo omegas poseemos esa cualidad aunque algunos más desarrollados que otros. Lo hemos mantenido oculto para que no nos usen como herramienta para poner control sobre la manada –miró a César –La capacidad de Liam se vio muy amplificada al devorar la sangre contaminada de Rudoc, es incluso capaz de controlar a todos los miembros, si no estoy equivocada-

-¿Y qué sugieres?- el gemelo de pelo largo la miró sobándose la sien.

-Cuando Hades fue envenenado –César fue el que interrumpió –Yo vi el poder de la reina y de cómo la manada entera solo se rindió a sus pies, aún recuerdo la sensación-

Layan alzó la ceja sabiendo por donde venía al cosa.

-Ni te imagine que estarás en el campo de batalla- le replicó y Hades se puso en alerta dándose cuenta de las intenciones de su esposa.

Pero cómo habían dicho antes Nebraska era un hueso duro de roer.

-En esta sala la única omega y que puede hacerle frente a su dominio sobre los otros lobos soy yo – los demás se quedaron callados sabiendo que estaba en lo cierto –Pero necesitaré de su ayuda, específicamente, de la sangre de todos-

Me gustaría saber que es lo que mas le ha gustado de la historia hasta ahora. Estoy en modo chismosa 😋😋😋

Cautiva del Alfa #1. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora