Isabel: puedo conseguir una enfermera para que me cuide.

Valentina: no se trata de eso, además eso se hace cuando no se tiene familia, y tú nos tienes a nosotros.

Isabel: José Miguel y tú tienen su hogar y yo estaría de más.

José Miguel: eso no es cierto.

Valentina: nada de eso tía, estaré feliz de tenerte cerquita de nuevo y los niños ni hablar.

Leonor: si me permiten, se me ocurre algo.

José Miguel . de que hablas mamá?

Leonor: bueno, ya saben que yo me la paso de allá para acá con los actividades altruistas, Isabel podría venirse conmigo, estoy segura que le encantara ayudar a tantas personas, conocer lugares y además podremos viajar juntas a verlos a la hacienda por temporadas, es más puedes venirte a mi departamento conmigo y pones este en alquiler.

Valentina:  suena bien, que dices tía?

Isabel: bueno, no niego que es muy interesante esa propuesta, en esas actividades me sentiría útil y viajar más seguido a la hacienda me parece estupendo, de verdad no te molestaría vivir conmigo?

Leonor: claro que no, las dos podemos hacernos compañía la una a la otra, conoceremos lugares fascinantes y serás muy útil  en las fundaciones hay mucho trabajo.

Isabel: entonces sí, acepto.

Martina ya había recorrido los hoteles más sofisticados de Acapulco sin correr con suerte.

Martina: a lo mejor fueron a uno más sencillo, para no llamar la atención; seguiré buscando.

Al día siguiente todos incluyendo el cachorro salieron muy temprano rumbo al aeropuerto, Valentina había llamado para avisar de su regreso desde el día anterior para que el penthouse estuviera listo para todos.

Durante el vuelo pudieron disfrutar de un hermoso paisaje, de hecho, hasta la vista de un arcoíris mientras el avión descendía en la hermosa ciudad.

Alonso no tuvo una buena noche, dio tantas vueltas en la cama que pudo ser testigo del amanecer en la capital, las palabras de su hijo retumbaban su cabeza, era consciente de que sentía algo por Analia pero a la vez Valentina no le era indiferente, hace años había renunciado a su amor pero sus sentimientos por ella no habían desaparecido del todo y ese pequeño detalle no le había permitido solidificar ninguna relación amorosa, era un padre dedicado pero a pesar de contar con el cariño de su hijo, tenía un gran vacío en su corazón y ese solo podría llenarlo el amor de una mujer muy especial.

Mientras tomaba su café muchos recuerdos llegaron a su mente, pensaba que habría pasado si en vez de dejar a Valentina plantada en el altar se hubiera casado con ella a pesar de las amenazas de Ivana, el hombre a quien le debía dinero y la presencia de Brenda, la madre de Santiago.

Alonso: sólo he cometido error tras error, si hubiera sido un verdadero hombre Valentina nunca habría huido a los Cascabeles ni muchos menos habría conocido a José Miguel, nooo! Por Dios porque estoy pensando eso justo ahora? las cosas no se pueden cambiar, por idiota la perdí.

Santiago: te pasa algo papá?

Alonso: buenos días hijo, no sólo pensaba en voz alta, como dormiste?

Santiago: bien, pero parece que tu no tuviste una buena noche.

Alonso: la verdad no.

Santiago: imagino en quienes o quienes pensaste.

Alonso: no te equivocas, quisiera hablar con ella.

Santiago: con Analia?

Alonso: no! Con Valentina, como estará? Ayer llevaron los restos de don Ernesto a la capilla.

Santiago: seguro que es solo eso?

Al llegar al penthouse todos admiraban la belleza de lugar, se ubicaron en las habitaciones, se cambiaron de ropa y salieron a dar un paseo, los gemelos se turnaban a Coquito de su correa, era una belleza, parecía un peluche con vida, provocaba mucha ternura entre todos.

Alonso se decidió a mandarle un mensaje a Analia

"Hola, sé que fui un tonto por haber salido del pueblo sin avisarte, pero en cuanto supe de la muerte del Licenciado Galeana quise acompañar a Valentina y a su tía, todos viajaron al DF para darle el último adiós, te prometo que en cuando pueda darme una escapada regresaré para hablar, un beso, Alonso".

Analia leyó el mensaje y tuvo el impulso de responder pero lo borró.

Analia: no vas a jugar conmigo, primero aclara tus dudas, por ahora prefiero no saber nada de ti.

Al mismo tiempo recibió una llamada de Martina.

"Analia: bueno?

Martina: necesito que investigues en que hotel se está quedando José Miguel su esposa y esos mocosos, he recorrido medio puerto de Acapulco y no hay señales de ellos.

Analia: que dices?

Martina: que investigues donde se están hospedando.

Analia: con qué objetivo fuiste hasta allá?

Martina: por favor! No te hagas la mustia, sabes bien que quiero echar a perder sus vacaciones, no voy quedarme de brazos cruzados hasta lograrlo.

Analia estaba atareada y habló sin pensar.

Analia: bien; sucede que si aún no los encuentras es porque no están allí.

SOY TU DUEÑA 2Where stories live. Discover now