Yurei ˣⁱᵃᵒᵈᵉʳʸ/ ᴴᵉⁿˣⁱᵃᵒ ᴬᵈᵃᵖᵗᵃᶜⁱóⁿ

CAPÍTULO O1

Yangyang miraba fijamente sobre la mesita de noche como Hendery dormia después de llorar un par de horas.

Cada año era más frustrante para él que Hendery no pudiera ser el mismo de antes.

Habian pasado ya tres años pero para Hendery apartir de su partida, el tiempo dejó de correr.

- Hendery - una voz al otro lado de puerta lo llamó.

Mark, su amigo de toda la vida entró a la habitación, al verlo dormido se acercó a él y acarició su cabello.

- ¿Está bien? - preguntó Haechan entrando a la habitación.

- Eso creo, supongo que se quedó dormido después de llorar - Mark suspiró.

- Han pasado tres años, ¿no deberia estar mejor? - preguntó Haechan confundido.

- ¿Lo estarias si fueras tu? - Haechan pensó y terminó por negar.

- ¿Que deberiamos hacer? - preguntó preocupado.

- No lo se, realmente me preocupa que siga asi - Mark puso su mano sobre la de Hendery y la apretó un poco, realmente estaba muy preocupado al ver como Hendery parecia que iba empeorando conforme pasaba el tiempo - Vamos, dejemoslo dormir.

Haechan asintió y salió junto con Mark de la habitación, Yangyang volvió a centrar su atención en Hendery .

Su rostro antes brillante y sonriente se veia palido y demacrado, no era el mismo Hendery que él habia conocido.

Este Hendery simplemente se centraba en seguir respirando y nada más.

- Debes seguir adelante - puso su mano en la frente de Hendery - Debes ser feliz. - le susurró

Hendery se removió en la cobijas y frunció el ceño, una pesadilla de nuevo, Hendery tenia muchas en la semana, le gustaria saber que era lo que lo atormentaba tanto.

Yangyang se sentia desesperado por no hacer nada, por no poder abrazarlo y consolarlo, por no poder decirle que siempre estaba con él aunque no se diera cuenta y no pudiera verlo.

Los espiritus que no cruzan al otro lado porque algo los ata a este mundo, obtienen habilidades especiales con el paso del tiempo, una de ellas era poder mostrarse a los humanos cuando quisieran.

Muchos espiritus que no recordaban su proposito o ya lo habia olvidado por el paso del tiempo, usaban esas habilidades para asustar a los humanos.

Yangyang pensó muchas veces en aparecerse frente a Hendery , dejar que viera que estaba bien, que ya no sentia dolor y que habia sido muy feliz y habia tenido una vida maravillosa a su lado, pero lo conocia, Hendery se volveria loco si lo viera, solo lo dañaria más.

Pensó en Mark y en Haechan, pero no serviria de nada.

Hendery despertó casi para el atardecer, tenia el turno nocturno en un restaurante y tenia que partir pronto.

Se levantó de la cama y arrastró los pies al baño, tomó su mochila y salió de su habitación.

- Hendery - Mark lo saludó calidamente desde la cocina.

- Hola - contestó simple.

- ¿No quieres comer algo antes de irte? - preguntó Haechan cariñosamente, Hendery negó - Hendery... Cada dia estás más delgado, si no quieres comer aqui, al menos prometeme que comeras ramen o algo.

Hendery asintió ante la preocupación de Haechan.

- Lo prometo - su voz era neutra.

- Ten cuidado, puedes llevarte el auto - Hendery volvió a asentir.

- Gracias.

Tomó las llaves y salió del departamento que compartia con sus amigos.

Su mente viajó a otro lugar mientras esperaba el asensor, ese dia en especial se sentia desganado, era de esperarse, era el dia del cumpleaños de Yangyang.

Yangyang caminó a su lado en todo momento como todos los dias, nunca se despegaba de él, creia que el tiempo mejoraria su estado, pero no pasó, Hendery habia llegado a tal punto que Yangyang tenia miedo de que hiciera algo estupido.

- Hola Hendery - lo saludó alegremente Jungwoo un chico que trabajaba con él.

Hendery asintió en saludo, Jungwoo suspiró.

- Siempre te vez mal Hendery, pero hoy exageras - Hendery lo ignoró y pasó a la parte de atras para ponerse el uniforme.

Yangyang lo siguió, vió como en el casillero de Hendery tenia una foto de ambos muy sonrientes, Hendery miró la foto y mordió su labio tratando de reprimir las lagrimas.

- Hendery , apresurate, llegó un grupo grande - Jungwoo lo interrumpió y Yangyang agradeció infinitamente eso.

Hendery pasó su jornada de trabajo como siempre, mientras Hendery se iba a cambiar, algo llamó la atención de Yangyang.

Una cara conocida, muy conocida para él, lo reconoceria donde fuera a pesar del paso de los años.

Yangyang lo siguió, estando seguro de haber encontrado una ligera esperanza.

De pie, afuera del restaurante, estaba Xiaojun, Xiao De Jun.

Estaba hablando animadamente con un chico que parecia mayor que él, cuando el chico se retiró Xiaojun se acercó a su auto y se subió, Yangyang lo siguió.

Xiaojun estaba diferente se habia puesto más guapo, recordó como los tres junto con Mark y Haechan solian llevarse muy bien, todo se complico cuando los sentimientos entre Yangyang y Hendery crecierón, ya que a Xiaojun tambien le gustaba Hendery .

Después de una serie de problemas, una gran discución y una gran pelea, la familia de Xiaojun se mudó a Japón y nunca supieron nada de él de nuevo, hasta ahora.

Yangyang decidió que Xiaojun seria quien lo viera, él seria de mucha ayuda a Hendery ya que antes se llevaban muy bien y se querian.

Xiaojun condujo el camino a su casa tranquilamente, llegó a un edificio y entró, su departamento estaba en el segundo piso.

Al entrar Yangyang se fascino con lo que veia, habia maniquis y telas por todos lados, asi como diseños pegados por todos lados.

El gran sueño de Xiaojun simpre fue ser un gran diseñador, a Yangyang le dió mucho gusto que lo hubiera conseguido.

El telefono de Xiaojun sonó, suspiró con fastidió y contestó.

- ¿Que es ahora Ten? - Xiaojun apartó el telefono de su oido por el grito de la voz de al lado. - El diseño está listo, solo no tengo un modelo, si si revise tu lista, pero ninguno me convence - hubo una pausa - No lo se, incluso si tengo que buscar en las calles, encontrare a el modelo perfecto.

Xiaojun colgó.

Se sentó en el sofa y puso sus manos en su rostro, estaba muy estresado.

- ¿Donde conseguire un joven de veintitantos guapo con porte y dispuesto a aprender a modelar?

Se preguntó a si mismo.

Yangyang apareció frente a él haciendolo brincar del susto.

- Yo se donde.

Xiaojun se quedó sin palabras, se tapó la boca ahogando un grito y respiró ondo.

- Parece que estoy viendo cosas - se levantó del sillón y fue a la cocina.

- Xiaojun , ha pasado un tiempo - le dijo Yangyang con una sonrisa a sus espaldas.