goodnight n go

Cielo Estrellado

Él era como cuando presencias por primera vez una noche estrellada en la playa un día de verano. No sabías porqué a todos les gustaba tanto hasta que lo viviste y no podías entender cómo estuviste tanto tiempo sin eso en tu vida. La paz que transmite el ruido de las olas de fondo, el descubrir que había más estrellas de las que hay en la ciudad, los pies desnudos en la arena que te hacen sentir cómodo con cada paso que das y la calidez del ambiente que te abraza tanto el cuerpo como el alma. No queres dejar de mirarlo, no queres que ese momento termine y tampoco podes quitarle la mirada de encima. ¿Y si le tomas una fotografía? No se apreciaría bien lo que queres transmitir, no es lo mismo que conocerlo. No podes llevarle esa foto a una persona y pretender que entienda lo que sentiste sin presenciarlo. Queres revivirlo mil veces, seguir conociendo todas las constelaciones que puedas y llegar hasta lo más profundo del espacio. Queres conocer su totalidad y más. Entonces te sentas y te acomodas en un lugar que te sientas seguro. No hay nada más que vos, la playa y las estrellas. Tan solo la luna es un testigo externo de tus sentimientos por el paisaje. Te dan ganas de quedarte en ese lugarcito tan seguro para siempre porque no necesitas ni nada más, ni nada menos. Todo es perfecto y por primera vez sentís paz y alegría a la vez.