Sekai - Jaedo

CAPITULO 36

Fué un segundo, un segundo maravilloso qué casi hace estallar su corazón.

Se sentía feliz y a la vez un sentimiento amargo lo invadió.

Miedo, miedo de qué ese fuera el primero y el ultimo beso.

Dentro de él, crecia cada vez más, ese malestar, ese incierto de no saber si algun día podría recuperar a Haechan.

Lo qué si sabía era qué por la mañana, le estaba esperando algo grande y no precisamente una sonrisa de buenos días.

Jaehyun lo miró cómo si lo hubiera dicho en otro idioma y no pudiera entenderle.

- ¿Qué? - preguntó finalmente Doyoung a la defenciba.

- Yo no creo qué sea una buena idea - Doyoung frunció el ceño.

- Nada te parece una buena idea - Doyoung se cruzó de brazos.

Genial, llevaban cinco minutos desde comenzaron a salir de nuevo y ya tenían su primera pelea.

- Es qué no quiero apresurar las cosas - se excusó Jaehyun.

Doyoung rodó los ojos.

- ¿Estás seguro? Por qué desde qué te volví a ver no haces más qué evitarme - Jaehyun suspiró

- No puedo creer que vaya a decir esto de tí, pero... no seas dramatico.

Doyoung lo miró indignado.

- ¿Dramatico? ¿yo? Seré todo menos eso - frunció el ceño - Está bien, si no quieres estar aquí conmigo sabes donde está la puerta.

Doyoung lo miró desafiante.
Jaehyun dió dos pasos y se acercó a él quedando frente a frente.

- Escucha, siempre traté de no hacerte sentir incomodo, qué fueras a tu ritmo y te sintieras bien - Jaehyun acarició su mejilla - Y esta vez no será la excepción.

Doyoung se relajó y sonrió apenas un poco.

- Estoy muy agradecido por ello, pero Jae - Doyoung tomó su mano - Sí, aún me siento timido pero sí te digo qué te quedes es por qué lo quiero - sonrió - Y estoy conciente de lo qué puede pasar y no me asusta en absoluto.

Jaehyun alzó las cejas divertido, siempre había amado lo timido y sexy qué podía ser Doyoung al mismo tiempo.

- Bien, me quedaré - Doyoung sonrió - Pero dormiré en él sofá.

Doyoung rodó los ojos frustrado.

- ¿En serio Jung?

Jaehyun frunció el ceño ante el apodo y terminó por sonreir burlón.

- Hablo muy en serio conejito - Doyoung suspiró molesto.

- Bien, traeré mantas y una pijama.

Doyoung fue a su habitación, Jaehyun sonrió divertido, se levantó y lo siguió.

- ¿Te ayudo con algo?

Preguntó entrando, Doyoung estaba mirando en su armario buscando algo.

Jaehyun se tomó él tiempo de mirar por los alrededores, todo era muy ordenado y limpio y nada parecia fuera de lugar, pero sí hubo algo qué llamó su atención.

Un collar descansaba en la mesita de noche.

Sonrió.

Taeyong tenía razón.

Doyoung aún conservaba el reloj, sonrió feliz y entonces pensó, la cama era bastante grande y Doyoung no ayudaba con su autocontrol.

Se sentó en la cama y miró a Doyoung qué parecia no encontrar lo qué buscaba, se fijó en cómo había cambiado su cuerpo en esos cuatro años, sí había más de donde agarrar y sí qué moria por ello.