Quiebre

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Es tan dificil hablar de la realidad. Estamos rodeados de mundos ficticios con la magia de Harry Potter, los Sables de Luz de Star Wars o los inmensos bosques del Señor de los Anillos, que nos olvidamos, a veces, de que es lo que pasa a nuestro alrededor, o peor, ni siquiera miramos que nos sucede.

"Que tedioso es hablar de uno mismo" creo que fue una de las primeras frases que dije cuando fui a terapia la primera vez evadiendo que iba muerto de miedo a la etiqueta, al diagnóstico, como si de algo incurable se tratase, pero no fue así, al final le tome el lado entretenido al juego del gato y el ratón cuando me hacian preguntas dificiles de algo que me costaba responder, algo chocante y que te deja en jaque, pero significaba ese pequeño avance para poder sentirme mejor.

Ya tres años han pasado desde esa vez, y dudo olvidar cuando fue un escaño de confianza para poder tomar las responsabilidades que me llevaron a poder estar aca: escribiendo esto.

No recuerdo desde cuando, quiza ha sído asi desde siempre, que he vivido con semanas buenas y semanas malas, y antes de que digan de que siempre es así, y lo es para todos, déjenme explicarles un poco como yo veía cierto patrón que se repetía una y otra vez: las "semanas buenas" eran de tres a cuatro días con energia, ganas de intentar cosas, de avanzar en proyectos. Al contrario, estas "semanas malas" eran de cuatro a cinco días en donde ni siquiera queria levantarme de la cama, y me quería morir. No, no exagero, dudo hacerlo cuando recuerdo de forma tan vivida como a las tres de la madrugada me senté en la cama para ir a buscar una soga, fueron instantes, recorde el rostro sonriente de mi sobrino y volví, solo me recoste y seguí llorando.

Tampoco me quede ahí, ese escaño de una primera terapia me permitio la confianza de buscar otra, de dejar ese poquito de orgullo que todas y todos podriamos tener, decirse a si mismo que se necesita ayuda, y buscar. Llegue donde me atendí en ocasiones pasadas, llegando asi a donde mi terapeuta, quien me escucho gimotear de heridas no cerradas, miedos, e ideas irracionales, donde me senti muy aliviado, mucho mejor a semanas anteriores, pero sentia que algo faltaba, que tambien faltaba en todas las veces anteriores, y fue por un error comun cuando se habla de salud mental, es que la vemos como la salud medica, donde solo hablamos de lo malo. Con mi terapeuta hablabamos solo de estas "semanas malas", y era normal, ¿O acaso uno le dice al doctor sobre los días en donde NO sentia dolor de cabeza?.

Habian sucedido cosas graves, y mis sintomas aumentaron ¿Sintomas? Digamoslo simple y es que me sentia pesimo, ni dormir pude algunas noches. Decidi dar un paso que nunca antes habia dado ni habia querido hacerlo: medicamentos. Un derivación a psiquiatra, una temerosa derivación, porque es cierto, han pasado tres años, pero ¿Crees que el miedo a la etiqueta desaparecio? Claro que no, el pavor a "este hueón esta loco" por ir al psiquiatra es bien latente cuando uno no esta acostumbrado a la salud mental, o a su sistema tan de medicina que tiene.

La sesión con el psiquiatra no fue más que una visita al medico, solo más extensa de lo habitual, donde conte cosas sobre mi, de mi familia, enfermedades, etc. Fue casi como una encuesta, pero hubo un punto diferente, ese punto que por años no lo vi ni considere: hablar de esas "semanas buenas". No fue dificil, uno comunmente simplifica los días buenos y son ligeros de contar, pero ahí fue donde todo cambio: no solo las "semanas malas" eran parte de lo que me pasaba, sino, lo eran tambien las "semanas buenas". TAB, o en la versión larga "Trastorno del Animo Bipolar". Carbonato de Litio, uno al día despues de la ultima comida.

Fue fuerte, años con temor al diagnostico y por fin tenia uno de esos que salian en los manuales de diagnostico y en las listas de Wikipedia. Sin embargo, fue agradable por fin tener una ligera certeza de que es lo que tengo, y que seguiria teniendo. Lo del medicamento fue dudoso, me dije "¿Litio? Pero si con esa huea hacen las baterias de los celulares", pero me equivoque, no me soluciono la vida, sigo con las mismas "semanas malas y buenas" pero ahora se sienten mejor, porque en las buenas me siento calmado y no exaltado, y en la malas, estoy muy lejos de querer acercarme a esa soga.

Y ahora, que dificil es darle un punto final a un relato que aun se sigue viviendo, que no ha terminado y quiza no termine jamas. Lo dejare abierto, quiza agregue algo más, como pueda ser una carta postuma si no llegase a volver.

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⏰ Last updated: Feb 05, 2020 ⏰

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