-¡No Adi!- ambas de sentaron a mis costados y me envolvieron en un gran abrazo.

-No queremos verte mal...odiamos verte mal.- dijo Camille.

-Se que todo ésto te tiene muy mal, pero sabes que nosotras dos vamos a estar siempre a tu lado, no importa qué.- Lily me sonrió y frotó mi espalda.

-Sabemos que no podemos simplemente sacarte el dolor; pero si podemos acompañarte durante él, y eso vamos a hacer. Nunca jamás vamos a soltarte la mano.-

-Porque somos amigas, hermanas...-

-Somos familia Adeline, ustedes son mi única familia.- ahora Cam tenía sus ojos rojos, no quería verla llorar.

- Ya basta, las amo tanto.- nos volvimos a abrazar las tres.

Sabía que todo éste tema le afectaba mucho a Camille; ella había sufrido mucho, sólo nos tenía a su hermano, a Lily y a mí. Cuando ella le declaró a su familia que era bisexual, y que estaba saliendo con una chica, toda su familia la dio la espalda excepto su hermano menor Cooper. Cuando todo eso pasó ella tenía 16 años, la echaron de su casa así que vivió un año con mi familia, luego comenzó a trabajar y alquiló un departamento. Desde entonces ella ah estado sola, o bueno eso es lo que ella cree, la verdad siempre nos tuvo a nosotros tres y a toda mi familia que la adoran. Ya no estaba de novia, pero solía salir con una mujer y luego con un hombre, por eso le decía Panqueque. Al principio le molestaba pero ya se acostumbró, incluso es su nombre en Twitter.

Una chica pasó caminando delante de mí llamando mi atención. Era rubia, alta y de ojos claros; iba vestida de cura de la cintura para arriba, pero abajo llevaba lo que parecía un culotte, un cancan de red y un par de botas hasta las rodillas.
Su pelo brillaba intensamente a causa del glitter exparcido sobre él, llevaba una bebida en una mano y un cigarrillo en la otra, se veía tan cool.

-¡Hey! Estamos teniendo un lindo momento aquí, y tu te distraes con el primer culo que pasa...- me reta Lily.

- Lo siento, no pude evitarlo...- dije sin despegar mi vista de la chica, ok quizás parecía una acosadora en ese momento.

-Es muy linda...- dijo Cam. ¿Linda? ¡Era hermosa!

Una señora pasó a su lado y la miró de mala forma, luego hizo la señal de la cruz.

-Dios se apiade de tu pecadora alma querida.- la rubia la miró de arriba a abajo y soltó el humo de su cigarrillo.

-Dios se apiade de su marido.- mis amigas y yo soltamos una pequeña carcajada.

-¡Insolente!-

-¿Quién te crees que eres para hablarle así a mi madre? Lesbiana de mierda.- un chico de unos treinta años saltó a defender a la señora, pero de una forma muy grosera.

- Una persona que sólo iba por la calle, y que no tiene porqué aguantar sus insultos ni los de nadie.- respondió la chica muy firme.

-Tú no eres nadie, soporta todos los insultos que querramos porque sólo eres una rarita. ¡enferma!- el tipo dio unos pasos hacia la chica, entonces me alarmé y me acerqué corriendo.

-¡Oye imbécil! ¿Cuál es tu problema?- los hermosos ojos celestes de la chica se clavaron en los míos, en ese momento comencé a creer en los ángeles.

-¿Y tú qué, vómito de unicornio?- el tipo tenía cara de loco, o más bien de baboso.

-A nuestra amiga no le hablas así.- enseguida tenía a Cam y Lily a mi lado.

Mi Mejor Amigo #1Where stories live. Discover now