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Llegué a casa a eso de las tres de la tarde, una de las empleadas de casa me dijo que sobre la mesa de la cocina estaba mi almuerzo.

─Gracias, pero no tengo hambre─ dije subiendo las escaleras, abrí la puerta de la habitación, luego de entrar la cerré con seguro, tiré la mochila en el piso para seguidamente lanzarme a la cama.
En ese momento lo único que estaba en mi mente era tu imagen, tú y toda tu perfección, y traté de evitarlo pero el problema en mis pantalones ya estaba ahí. Desprendí mi cinto para poder jalar mis pantalones junto con mi bóxer, agarré mi miembro erecto con mi mano mientras con la otra tiré mi cabello hacia atrás. Comencé con lentas caricias y de mi boca salieron pequeños jadeos, al pasar de los minutos mi mano comenzó un vaivén más deprisa, acaricie mi glande y me concentré en darle demasiada atencion a esa zona. Mi mente imaginó tus húmedos besos en mi cuello mientras tus manos se deslizaban hacia mi miembro y comenzabas rápidos movimientos de arriba hacia abajo provocando mis gemidos, tu voz grave y ronca diciendo mi nombre, tu mirada lujuriosa mientras admirabas como tus manos me hacian tocar el cielo, te imaginé jugando con mis pequeños y rosados botones mientras los chupabas y mordias, con la presión adecuada para lograr que aquél dolor se convirtiera en placer.
Y eso bastó para que me venga en mi mano gimiendo y jadeando tu nombre.

The devil ~Taekook~Where stories live. Discover now