—Buenos días —saludó cuando se paró frente a ellos.
—Hola Justin —saludó Susan y miró sorprendida a la chica que acompañaba a Justin—. Hola, soy Susan —le sonrió.
—Hola, soy Evelyn —saludó.
—Ella es gerente de este restaurante —explicó Justin y Susan asintió con una sonrisa.
—Mucho gusto —respondió y volvió a mirar a Justin.
—¿Qué ha sucedido? —preguntó este al ver el desastre que había en el piso.
—Han querido robar el restaurante. De alguna forma la alarma no sonó, así que imaginamos que hackearon el sistema —respondió uno de los oficiales.
—De todos modos no había dinero en la caja, así que solo se han llevado cosas sin importancia. Pero han roto todo el frente y algunas cosas más del interior —explicó Susan.
—Maldita sea —dijo Justin y se pasó una mano por el cabello molesto—. ¿Entonces las cámaras de seguridad no lo han captado? —preguntó.
Evelyn acarició su mano al sentir lo tenso que estaba. Justin la miró y le devolvió la caricia, pero se encontraba furioso como para decirle algo.
—Las cámaras del restaurante no, pero se pudo ver algo en las cámaras del local de al lado. Se investigará todo lo que se pueda para poder encontrarlo —respondió otro oficial.
—Bien, gracias —respondió Justin y miró a Susan—. Hay que informar que no abriremos hasta que esté completamente restaurado.
—Lo sé, iba a hacerlo en unos momentos —respondió y tomó su celular.
Justin no podía entender como había gente con tanta maldad. Nunca en la vida le había pasado algo así en ninguno de sus restaurantes y le daba muchísima impotencia lo que pasó.
Unos instantes después, una camioneta paró a unos metros del restaurante y bajaron periodistas. Justin puso sus ojos en blanco al verlos. De alguna forma se habían enterado lo que pasó y todos querían la primicia sobre el intento de robo al restaurante de Justin Bieber.
—Vamos adentro o nos seguiremos mojando —dijo Justin y tiró de Evelyn hacia su cuerpo—. ¿Quieres que te lleve a tu casa? Tardaré aquí.
—No te preocupes, espero contigo —respondió—. Si no me quedo aquí acariciando tu mano seguro romperás algo por tu furia —sonrió y Justin la siguió.
—Eso es verdad —rió y la abrazó por los hombros para entrar al local.
Apretó su mandíbula al ver que había mesas tiradas, cristales rotos por todos lados y algunos cuadros en el piso.
Evelyn sentía un tornado de mariposas en el estómago al sentir como Justin la abrazaba frente a todos sin importarle nada. Eso era muy raro. Él también estaba sorprendido por sus acciones, pero no tenía ganas de soltarla. Susan también lo miraba sorprendida, Justin nunca había llevado a una chica al trabajo, pero le agradaba verlo así.
Susan los esperaba en la cocina con café preparado. Sería un largo día de espera hasta tener más información y para poder contactar a los que arreglarían ese desastre.
Al atardecer por fin se encontraban saliendo del restaurante. Justin se encontraba muy estresado y tensionado, Evelyn intentaba ayudar calmándolo, pero no podía hacer más y no funcionaba tanto. Justin estuvo el día organizando los arreglos de todo lo que rompieron, hablando con más oficiales de policía para intentar descubrir quien había sido la persona que hizo todo eso y hablando con la empresa de seguridad que tenía contratada, la cual resulta que no era tan segura. El restaurante quedaría custodiado por una persona de ellos hasta el día siguiente que cambiarían el vidrio del frente, pero luego cambiaría de empresa.
—Vamos a tu casa —dijo Justin cuando estuvieron frente a su auto y la pegó a su cuerpo—. Gracias por estar todo el día aquí —besó su frente.
—No hay de qué —sonrió y besó sus labios.
Se montaron en el auto y Justin comenzó a conducir hasta la casa de Evelyn. Tenía la mandíbula tensionada y apretaba el volante con fuerza, su furia tardaría en irse.
—¿Quieres pasar? Tengo café y donas con chocolate —ofreció Evelyn cuando pararon frente a su casa. Justin sonrió y tomó su mano para besarla.
—Claro —respondió.
Una vez que ingresaron a la casa, Evelyn le ofreció acostarse un rato en su cama para relajarse hasta que estuviera el café. Justin aceptó sin dudarlo, lo necesitaba. Cuando Evelyn ingresó a su habitación con la bandeja en sus manos, sonrió al verlo tendido en su cama con los ojos cerrados. Parecía un poco más relajado.
—Arriba, he traído café —dijo cuando apoyó la bandeja en la cama. Justin sonrió sin mostrar los dientes y abrió los ojos para mirarla.
—Huele muy bien —respondió y se sentó en la cama para tomar su taza.
Luego de una hora se encontraban los dos acostados mirando el techo. Evelyn tenía la espalda apoyada sobre el pecho de Justin y este la tenía abrazada por los hombros mientras repartía besos por su cabeza. Se encontraban en un cómodo silencio y les gustaba estar así.
—Has logrado que se me pasara el enojo, me relajas Evelyn —susurró Justin en su oído haciéndola estremecer.
—Es el poder de mis caricias Bieber —respondió luego de reír y Justin soltó una ronca carcajada.
—Tus caricias son increíbles —respondió y la abrazó fuertemente sobre él. Luego tomó su rostro y lo volteó para besarla con ganas—. Tan increíbles como tú —finalizó.
Evelyn sonrió al oír eso y cerró los ojos para seguir besándolo. Él seguía diciéndole cosas lindas y ella seguía creyéndole. Había mandado a la mierda su dignidad y su regla de no volver a hablarle, pero ese hombre era más fuerte que ella y le podía en todos los sentidos. Sabía que quizá saldrían perdiendo ella y su corazón, pero no podía evitarlo, le gustaba estar entre los brazos de Justin recibiendo sus besos y caricias.
{...}
Hola peopleeeee. ¿Hay alguien aquí aún? Espero que sí.
¿Cómo están? Espero que estén muy bien. Lo siento mucho por haber tardado tanto en actualizar, estuve muy alejada de esto por falta de tiempo. Pero nunca se me ocurrió cancelarla, ahora que puedo escribir les subiré todos los capítulos que merecen.
Espero que les guste el capítulo, si es así dejen sus votos y comentarios💭⭐
Cuídense mucho de este virus y espero que estén bien.❤
Nos leemos pronto en el próximo capítulo, las quiero, natt 💛
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MasterChef ➵ j.b
Fanfiction¿Quién diría que Evelyn se terminaría enamorando del hombre que estuvo por sacarla de la competencia tantas veces? Aunque era imposible no hacerlo. El gran Chef Justin Bieber enamoraría a cualquiera con sólo una mirada, o en el caso de Evelyn, con s...
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