"Justin 💩
En línea.

He ido en busca del desayuno para que podamos hablar tranquilos y me expliques que sucede. ¿Puedes dejarme entrar?

Por favor nena.

Tengo donas con chocolate como me has dicho una vez que te gustan."

Paris se sintió una idiota por sonreír tras leer el mensaje. No podía ser débil ante él, no debía. Pero como una idiota, pisoteó su dignidad una vez más y arrastró sus pies fuera de la cocina para ver si su auto seguía estacionado allí afuera. Efectivamente él seguía ahí esperando poder hablar con ella. Llevaba más de una hora esperando, si que era insistente.

Sintiéndose una tonta pero queriendo hablar con él, marcó su número y llevó el celular a su oreja.

—Hola linda —dijo Justin cuando atendió y Paris sintió que su corazón dio un vuelco.

—Puedes entrar. Pero solo porque quiero esas donas —respondió y rascó su frente. Sabía que era una mala idea, pero ya no había vuelta atrás.

Justin soltó una ronca carcajada y oyó como apagó la música del auto.

—Me alegra que hayas cambiado de opinión.

—Apúrate antes de que cambie de idea —dijo y cortó la llamada.

Caminó hacia la puerta y la abrió dejando ver como Justin salía de su auto con una caja en sus manos y caminaba hacia ella luego de ponerle el seguro. Evelyn sintió nervios al verlo acercarse a ella tan imponente como siempre. Ese bastardo derrochaba sensualidad por cada poro de su cuerpo.

—Hola nuevamente linda —dijo Justin y besó su mejilla.

—Hola Justin —respondió y abrió más la puerta para dejarlo pasar.

Este entró y siguió a Evelyn hacia la cocina. Colocó las donas sobre la isla de la cocina y se cruzó de brazos.

—¿Me dirás qué ha pasado? —preguntó elevando una ceja.

Evelyn bufó y se volteó para comenzar a preparar café. Ahora sentía vergüenza por explicarle la razón de su enojo. Ellos no eran nada como para hacerle una escena de celos, pero de todos modos le había molestado mucho verlo con aquella mujer luego de que estuvieron todo el día juntos.

—Sigo esperando —insistió. Evelyn se volteó para mirarlo.

—Te he visto con aquella morena luego de que me dejaste aquí —explicó y Justin abrió sus ojos sorprendido.

—¿Celosa? —sonrió de costado y Evelyn frunció el ceño molesta.

—Claro que no, no me interesa con quien estés. Me molestó que estuvieras todo el día diciéndome estupideces y te fueras con otra al no conseguir el sexo que querías.

—Te estás contradiciendo linda. Si te molestó verme con otra —respondió mientras se acercaba a ella. Evelyn se puso incómoda al instante.

—Te he dicho que no Justin. Pero no qiero ser el maldito juguete sexual de nadie —respondió y volvió a voltearse para seguir con el café.

Su respiración se cortó cuando sintió el aliento de Justin en su nuca y como sus fuertes brazos rodeaban su cintura para pegarla a su cuerpo.

—Tú no eres ningún juguete sexual. En serio quiero estar contigo y dije que esperaría hasta que tuvieras ganas —explicó en su oído y Evelyn se estremeció—. Aquella mujer es una amiga de muchos años.

MasterChef ➵ j.bWhere stories live. Discover now