La Vida En Nueva Orleans. [🎷]

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El Príncipe Y El Sapo: La Vida En Nueva Orleans. [La Princesa Y El Sapo]

Si tienes un sueño, tienes que trabajar duro para hacerlo realidad. Eso es algo que Scott sabía muy bien por eso el jamás se había rendido con su sueño de dirigir el mejor restaurante de Nueva Orleans. Aparte de practicar todos los días en la cocina de su casa, su padre solía regalarle libros de cocina, gracias a eso, su cocina se hizo más extensa y deliciosa.

Su primera oportunidad llegó cuando le dieron el puesto de mesero y cocinero en un pequeño café/restaurante de la ciudad. La paga no era muy buena pero para el ya era un comienzo, además de que su compañero era amigable, y sólo en ocasiones algo irritante. Lo malo llegó cuando sus padres fallecieron, su padre había conseguido un puesto en una empresa de químicos, y el sabía sobre esas cosas pero justo el día en el que decidió llevar a su esposa, hubo una gran explosión en las instalaciones. Pocos sobrevivieron.

La compañía se hizo cargo de los gastos de la funeraria y dejaron un bono extra a la familia Pym/Van Dyne, pero el dinero no fue cura para el dolor que tuvieron que pasar Scott y Hope, pues a pesar de ser muy unidos, ese momento fue crucial en sus vidas, cada uno se fue por su lado. Hope había sido aceptada en una gran empresa donde le habían dado el cargo de arquitecto, gracias a su gran potencial, mientras que Scott continuo trabajando como mesero y cocinero en el café/restaurante.

Después de eso, el tener un restaurante dejó de ser un sueño y pasó a convertirse en una obligación para el, sus padres lo habían apoyado tanto con esa idea que no podía dejar de luchar por cumplir esa meta, incluso si eso significaba tomar turnos dobles y reducir sus horas de sueño pues había un lugar en venta, perfecto para iniciar su restaurante, el problema era el costo. Y no es que su hermana o Carol, su mejor amiga, no le hubieran ofrecido ayuda, claro que lo hicieron; Hope le ofreció conseguirle un mejor empleo y Carol trato de ayudarlo de forma monetaria pero todo eso fue rechazado. Scott sabía que el empleo que su hermana le conseguiría no sería algo referente a la cocina, y rechazó la ayuda de Carol diciéndole que el tenía que hacerlo por su cuenta.

Esa mañana regreso de su turno de noche totalmente exhausto, mientras que su hermana se había mudado a un lugar más cercano a su empleo, el había decidió quedarse en lo que alguna vez fue un hogar acogedor.

- Los turnos de noche no siempre son buenos para las propinas en esta época del año - musitó depositando varios centavos en una lata, después la reunió junto a otras que ya se encontraban llenas - pero cada centavo cuenta, ¿No es así?

La pregunta nunca fue respondida, pues era obvio que las fotos no podían hablar.

- Les prometo que conseguiré construir el restaurante, ya verán - sonrió ante aquella foto de sus padres, se veían tan felices

Quitándose a tropezones sus zapatos, logró llegar a su cama en la cual sólo pudo descansar por veinte minutos. La alarma de su despertador sonó haciéndolo sacar un gruñido de desesperación. Con un movimiento brusco, apagó el despertador, se sentó en el borde de su cama, se talló los ojos y lanzó suspiro.

- Bien. ¡Hora de trabajar! - comentó para darse ánimos mientras se levantaba

Su rutina comenzó como todos los días, se cambió y salió tomando el tranvía para ir a su trabajo. Le fue imposible sonreír al ver como las calles de la ciudad casi no cambiaban, había gente tocando música y otra que bailaba, era como ver un espectáculo todos los días, un espectáculo que prefería ignorar pues el tenía un deber que cumplir y no tenía tiempo para distracciones.

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⏰ Última actualización: Feb 06, 2020 ⏰

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