De secuestros extraños y fiestas de Halloween

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—Oye, tranquilo, ¿qué me puede pasar?

—¡Muchas cosas! –gritó mi mejor amigo a través de la llamada telefónica. —¿Nunca has visto mil maneras de morir? —habló dramáticamente.

—No, creo —dije mientras seguía mi camino a casa.

—Bueno, te lo contaré —se tomó el tiempo de respirar para volver a hablarme con serenidad —, es un programa en donde te dan mil maneras de morir estúpidamente y siendo sincero contigo creo que estás haciendo una de ellas.

—¡Vamos, Chanyeol, deja tu drama! Nada malo me pasará, ya estoy llegando a casa.

—¿Y no podías esperar a la mañana? ¿Tenías que salir a media noche a comprar hisopos a la farmacia, Jongin?

—Sí, no puedo andar con los oídos sucios por la vida.

—¡Tenías un maldito paquete completo hace un mes! ¿Qué tanto haces con esas cosas?

—No maldigas y no es de tu incumbencia mi gasto irracional en hisopos.

—Llega a tu maldita casa de una vez para estar tranquilo y poder dormir, lo agradecería mucho.

—Bien, ya estoy en la entrada, nos vemos mañana en la fiesta de Halloween.

—Sí, sí, como digas. Adiós.

Colgué la llamada y guardé mi celular en el bolsillo derecho de mi chaqueta, estaba a pasos de la entrada del edificio.

Al poner la llave en la cerradura unos hombres más altos que yo y con pasamontañas me tomaron de los brazos, otra persona un poco más pequeña colocó un saco en mi cabeza y entre los tres me arrastraron a un vehículo que, por ser secuestradores de personas hermosas como yo, supuse era una furgoneta.

Me sentaron a la fuerza y cerraron las puertas de golpe, escuché a alguien decir: "acelera, ¿qué esperas?" de una manera muy relajada, me pareció extraño.

—Hey, ¿a dónde me llevan? —Estaba nervioso y asustado, pero tenía que mantener la calma, lo más seguro es que quieran una recompensa o algo.

No respondieron así que seguí hablando, no parecía buena idea, pero me relajaba un poco.

—¿No me dirán? —El silencio volvió a reinar en aquel auto —. Claro, no me van a decir, es un secuestro. ¿Qué secuestrador diría a dónde se dirigen? Seré idiota.

Lo único que escuchaba era el motor de auto y la palanca haciendo cambios. Me mantuve en silencio un rato más.

—¿Pedirán recompensa? Podríamos negociar un precio, tampoco es que soy muy barato.

Estaba atado de manos y por ello no podía intentar algo, no sé en qué momento me inmovilizaron.

—¿Puedo seguir hablando? —Silencio sepulcral otra vez —. Tomaré eso como un sí.

Así que desde ese momento empecé a cantar una canción infantil que había escuchado de Yixing y después no pude sacarla de mi cabeza.

«Agi sangeo ttururutturu.

Giyeoun ttururutturu.

Badatsok ttururutturu.

Agi sangeo.

Eomma sangeo ttururutturu.

Eoyeoppun ttururutturu.

Badatsok ttururutturu.

Eomma sangeo.»

Llevaba parte de la canción y no escuchaba queja alguna. De un momento a otro, escuché que tocaban algunos botones y empecé a escuchar la canción que estaba cantando y la continúe con más entusiasmo.

De secuestros y fiestas de Halloween. [Kaisoo]Where stories live. Discover now