Capítulo 1

8.4K 680 825
                                    

—

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


—... Dieciocho, diecinueve, veinte.—Harry logra terminar con su último aliento y suelta una bocanada de aire al dejar caer la barra de metal con los discos con peso en el suelo.

Se dirige a un lado de las máquinas de ejercicio para secarse el rostro sudado con una pequeña toalla y tomar un poco de agua. En eso siente su celular vibrar en el bolsillo y al visualizar el nombre que hace brillar a la pantalla el rizado frunce el entrecejo, extrañado.

—Daniel.—Responde rápido aún con la respiración agitada; debe ser algo importante para que lo esté llamando el mismo jefe y no la secretaria.

Harry, ¿Qué tal?—Se escucha aquella voz adulta al otro lado de la línea. Puede apostar que el hombre se encuentra fumando.

Bien gracias.—Responde aún sin entender el por qué de la llamada.—¿Ocurre algo?—Pregunta procurando no sonar grosero o impaciente.

Me alegro... te llamo para citarte personalmente a una reunión mañana en mi oficina, 10 A.M.—Suelta sin rodeos como el hombre de negocios que es.—No puedes faltar, te digo desde ya que es algo de suma importancia para tu carrera.

—Allí estaré.—Responde aún confundido, sin embargo por nada del mundo se negaría ante una petición de los altos cargos de la empresa.

El chico de ojos verdes recién cumple 7 meses trabajando para la firma italiana de lujo 'Gucci' y hasta ahora ha barrido con todo pronóstico optimista que alguna vez se propuso al decidir adentrarse en el mundo de las sesiones fotográficas y pasarelas. Para su acotada trayectoria, resulta impresionante la forma en la cual ha ganado terreno en el rubro y cómo en tiempo récord se ha logrado posicionar en la limitada gama de los rostros más influyentes de la alta costura.

Comenzó modelando para pequeñas marcas dentro de su ciudad local, Cheshire, como un trabajo esporádico durante su adolescencia. Sin embargo su vida dio un vuelco radical cuando fue descubierto a los 20 años por un cazatalentos en un evento de una línea de ropa no muy conocida. Bastó un abrir y cerrar de ojos y el ojiverde ya tenía un contrato por un año con una de las firmas de moda más destacadas de la década.

Luego de cortar la llamada, guarda sus pertenencias junto al móvil y se dirige hacia su auto con el único objetivo de llegar a su departamento cuanto antes para renovarse de todo aquel desgaste físico del día. Desde que ingresó a la agencia se le exigió por contrato cumplir con un mínimo de horas de ejercicio a la semana, minuciosamente planificadas por un entrenador personal experto en preparar a figuras de pasarela. De manera indiscutible es algo agotador a la larga, sin embargo no puede quejarse de lo mucho que ha mejorado su contextura física y sus hábitos alimenticios en esos meses.

Mientras echa a andar el automóvil Harry solo puede tener una cosa en mente a parte de las ansias de una ducha, ¿Qué es tan urgente para qué el mismísimo jefe se contacte con él? La intriga es demasiada, pues aquello no ocurría desde que lo llamaron para felicitarlo por su ingreso a las filas de Gucci.

GUCCI & ADIDAS | Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora