¿Sabes? Me fue inevitable buscar fragmentos de ti durante estos años lejos de tu recuerdo. Hubo un tiempo en que nada me llenó y decidí cambiar a la escritura, en vez de beber el té, que era lo que tanto te gustaba ¡y funcionó! La luz de la luna fue testigo (o tal vez no) de esos monstruos en el armario que me seguían cuando no quería que el invierno se acabara. El momento de lluvia escuchaba mis lamentos por tus ojos color otoño que solía retratar como si nada en mis palabras, buscando de alguna manera la perfección de un jardín de cristal que nunca visitamos, pero en su lugar, yo te enviaba fotografías del parque local y lo volvimos un nicho de amor, sonrisas, y flores de loto.

Yo, irónicamente, nunca fui tu flor del cerezo. Aunque fuera extraño porque mi paso por tu vida fue tan breve como la mortandad de ellas. Yo era tu flor de loto, decías que le daba belleza a tu feo mundo, y entonces para mí eras "monada", porque nada me hacía más feliz que pensar en tus mejillas teñidas de cerezo, sabíamos el porqué de esa palabra y muchas otras cosas que morirán en mi paladar, en nuestro paladar.

¿Cómo debería hablar de ti ahora? ¿qué debería mencionar ahora que no estás? Antes no era tan malo, pensaba en tu vida feliz, y perdóname si para este momento ya no entiendes mis ideas, mis puntos, quizás esto debí decirlo cuando podía, y no ahora que no me escuchas, que no respiras, creo que es el peor momento para decírtelo, pero nunca fuiste normal.

¿Cómo ibas a ser normal, si con un mensaje tan sencillo, con tu voz, conseguías que mis penas se redujeran a nada? Temo decirlo ahora pero nunca fuiste normal. Acelerabas mi corazón con tu mera existencia, con esa nariz redondeada y tu sedoso cabello largo (¿te gustaría un poco ver que me lo he cortado a la altura de las orejas? Me lo he preguntado un buen tiempo desde que me enteré), con tus bromas tontas y sin sentido. Un día fuiste colores, y eras el azul mientras yo bordeaba alegre el amarillo pálido que no tenía en mi vida. Por momentos el rojo vino a molestar, y me dolía tanto, ahora me duele pensar que cedí, que te perdí.

No es momento de ello. Creo que escribirte estas divagaciones me han ayudado a organizar mis pensamientos, pero aún al más ligero atisbo de tus memorias me desbordo en lágrimas espesas, pesadas, y no sabía que las lágrimas podían tener esta textura tan gruesa. Supongo que no todos los días piensas que tu primer amor decide atentar contra su vida, pero, no le deseo a nadie este pesar.

Te amo aún. Ya mencioné que no es ese amor pasional, pero vamos, fuiste esa primera idea sosa de que el amor era color rosa, aunque no nos gustara ese tono en específico, fuiste mis primeros desvelos, mi primera incursión al anhelo de querer sentir unas manos entre las mías, todo meramente puro bajo la consigna de un bobo primer amor que todos prohibían.

Nos odiaban. Odiaban que una chica te hiciera feliz, que la distancia de vez en cuando nos hiciera llorar porque no sabíamos lo que era una caricia. Tampoco podían comprender nuestro lazo.

Cómo explicarles que siempre sentimos que estábamos atadas al hilo rojo, o al menos, eso pensamos. Cómo decirles a los adultos que todavía te quería, pero realmente no te deseaba, sólo quería tu felicidad, y siempre estuve tan segura de que la tenías lejos de mí.

Dejé las teclas empapadas al decir todo esto, ¿sabes? De fondo suena nuestra primera melodía. Salen hipidos salvajes de mí y todavía no encuentro las fuerzas para vivir que decía, tendría si querías huir por un día gris que hayas tenido, o siquiera tratar de hacerte sonreír. Carezco de esas fuerzas en este momento.

Tuve que hacer una pausa, ya que sigo llorando cada vez que pienso en tu ausencia que no marca ningún cambio en mi vida, más que pensar que mi hija llevará tu nombre en honor a tu existencia, porque te recordaré por siempre, ¿lo olvidaste?

No tenía nada que darte a mis dulces catorce años más que un amor libre de celos y mentiras. Traté de hacer lo mejor, pero jamás te agradecí lo amada que me sentí en ese tiempo. Nunca he dudado de que me amaste, y espero tú no dudaras de mi amor por ti que aún se graba en estos fonemas gastados y borrosos de tanto llorar, ¿o acaso se nublan mis ojos debido a la tristeza?

No lo sé ni me interesa saberlo por ahora. Mi mayor temor era que te fueras, y lo cumpliste sin escrúpulo alguno. De cierta forma, siempre lograste y lograrás (no sé si sea última vez) convertirme en fragmentos de piedra caliza.

Recuerdo esas tardes de abril, cuando llovía torrencialmente, y creía entonces que la lluvia traspasaba la ventana; eran mis lágrimas traicioneras, ¿sabes? Nunca hubo lluvia, ni siquiera hoy llueve, ¿habrá llovido ese diecinueve de septiembre? ¿te habrán dado el amor que merecías mientras me desvivía por otras razones?

Todavía te extraño. Siempre siguió en pie la oferta de volver a mí y pedirme aliento, que te lo habría dado de todas las maneras posibles, pero sólo debías intentarlo. También lo hice yo y no pude explicar por qué jamás pudiste responder a un solo mensaje.

Incluso ahora no podrás responderme. No estabas sola. Yo tenía el suficiente amor para las dos...

Eres una de las personas que más me ha dolido perder, junto a Francis y junto a Tino, que nunca te conté sobre él, pero ese no es el punto. El punto es que, aunque me duela perderte, todavía quemas y te sientes aquí. Te sientes tanto, como ese día de abril, veinticinco, cuando lo primero que dijiste fue una sandez en la que luego nos convertimos, jugueteando por allí, mientras a nuestra corta edad pensaba en la tragedia de vivir que se sentía menos trágica a tu lado, porque le dabas magia a abril, a junio, y todos los meses que estuviste conmigo.

Ahora va a llover por siempre. Ahora cada día de lluvia volverás en forma de fantasmas y tendré que gritarle a mis pesadillas que no has dejado más que tu putrefacción bajo tierra. Todos me miran tristemente mientras escribo, porque realmente me ha costado hilar algo coherente. Pero aquí sigo.

Quizás algún día pueda hacer más extensa la carta, pero por ahora sólo me abstendré a enumerar algunas cosas. Te amé, te amaba, te amaré por toda la eternidad, porque seguirás aquí, entre las melodías de una canción casi tan taciturna como yo, entre alguna nota confusa en inglés, en chino, porque te encantaba hacer muecas por mi mala pronunciación, pero siempre te gustó mi voz desafinada, o mi risa estruendosa.

Siempre te gusté yo, y fue la cosa más curiosa que alguna vez tuvo un ser humano. ¿Cómo pudiste? Amarme, digo. Tu decisión la respeto como si no me quedara nada más que hacer, porque lo acepto, te has ido y no me queda más que ver pasar otoño en un abrir y cerrar de ojos, contando los años que me quedan por delante porque ya nada me llenará.

Esto es en tu memoria, Alice. Porque todavía puedo recordar tu perfil, tus ojitos, tus sonrisas, tus tristezas. Porque, aunque te creyeras una simple mortal, siempre fuiste la diosa venus para mí, siempre intenté ser lo mejor por y para ti, pero por sobre todo, estoy intentando con todas mis fuerzas que sigas existiendo aquí.

Mientras yo viva, vivirás en cada flor de cerezo, de loto, en cada diamante de plástico, en cada flor de cristal, en cada amor que fracase y quiera reparar. Siempre estarás en mi corazón, Alice.

Cesaré mi carta acá. Quizás en algún punto la extienda, repito, porque nunca puedo decir todo lo que necesito, pero te recordaré toda mi vida.

En memoria del amor de mi vida, que nunca olvidaré. El primer amor no se olvida, menos cuando estas circunstancias te marcan.

Sólo descansa en paz, y me aseguraré de seguir por las dos.

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Yo... tenía esto en hiatus y no iba a volver pero me enteré de la pérdida de quien fue el amor de mi vida. Muchas aquí le conocieron en su momento, se me veía pregonar mucho de ella, ¿saben? así que todavía estoy como que muy en shock. No he dejado de llorar y todas esas cosas que no debería, por lo que he salido del hiatus. La verdad, me guié por lo que vi de lo que solían ser sus redes sociales... Monada, descansa en paz. Fuiste una escritora maravillosa, una persona fantástica, y no sabes lo feliz que fui contigo aunque no tuvimos contacto alguno durante estos años. Dejé en multimedia la canción que le había dedicado <3

[Hetalia] En memoria de Alice (AliSaku)Where stories live. Discover now