Capitulo 2 La Adolescencia

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Fue pasando el año, Luciano se dedico al futbol. Con tanta suerte que lo vieron de las inferiores de Boca y le dieron la oportunidad de jugar ahí. Era extremadamente bueno haciendolo.

Cuando menos lo esperaba, el otorrino que seguía su avance con sus cuerdas vocales le dijo que podía cantar de nuevo, de a poco pero podía. Asi que nuevamente volvió al amor de su vida. La música. Los fines de semana se iba con su papá a las peñas y de vez en cuando subia al escenario. Volvia muy feliz .

Asi paso un año, tras otro. Lucho siempre con sus cosas, yo con mis estudios. Llegaron los 15 y el fin de su carrera futbolística. Un dia en un partido, se quebró los meñiscos y si bien no le afectaba para caminar, el doctor le dijo que dedicarse al futbol iba a ser imposible. Asi se termino una de sus pasiones. En ese momento supo que su camino seria ser músico.

Otra de las pasiones de Luciano eran las mujeres. Siempre andaba en problemas de polleras. Siempre saliendo con chicas, rompiendo corazones y de trampa. Como se había vuelto tan mujeriego?

Cada vez que nos encontrábamos alguna historia diferente tenia para contarme. Muchas veces me pedia ayuda para safar de los problemas en los que se metia. La mayoría de sus conquistas me odiaban,sobre todo porque mas allá de cualquier noviecita, Yo siempre tenia un lugar privilegiado en su corazón. Según el yo era su "hermana del corazón". Sus papás también me adoraban porque pasaba la mayor parte del tiempo con ellos. Los mios trabajaban mucho, ambos y la mayoría del tiempo se la pasaban de viaje, asi que me quedaba con los Pereyra.

En cuanto a mi, no era a la que mas le andaban de atrás los chicos. En parte porque era muy seria y en otra porque nadie quería quilombos con Luciano. Los varones del colegio , los que no eran sus amigos, lo detestaban bastante. Pero más allá de todo, la razón principal de que yo no quería saber nada con nadie, era porque estaba perdidamente enamorada de Luciano. A medida que pasaron los años y crecimos, entendí que lo que había sentido cuando nos besamos, era amor. Y ya no lo veía como mi amigo o mi hermano. Aunque el a mi si. Yo lo amaba incondicionalmente. Malena lo sabia y siempre discutíamos por lo mismo, según ella, yo tenia que confesarle a Luciano lo que sentía, me horrorizaba al pensar que el pudiera enterarse. Estaba segura que jamás me iba a corresponder, porque yo no era su tipo y porque el solo me veía como una hermana. Asi que decidí esconder mis sentimientos en lo mas profundo de mi ser. Con la esperanza de que tal vez algún dia, ese amor desapareciera. Hasta ahora no lo había logrado. Parecia que a medida que pasaba el tiempo, en vez de apagarse, se encendia mas.

Yo la pasaba bastante mal cuando Luciano me contaba sus desventuras amososas o cuando lo veía chapandose a alguna chica. El corazón se me estrujaba de celos. Pero que podía yo hacer? Como mejor me salia, ponía mi mejor cara y mi oído para escuchar lo que "mi amigo" me tenia que contar. Aunque después llorara por horas con el corazón roto.

Male me banco en muchas noches de llanto, cuando Luciano se puso de novio por primera vez. No quise verlo por una semana entera. Nunca había llorado tanto por él como esa vez. Tuve que poner de excusa que tenia bronquitis y no quería contagiarlo, para que se alejara de mi aunque fuesen unos días.

No duro mucho su noviazgo, quizás tres meses. Que feliz que estuve cuando corto.

Asi pasaba los días al lado de el. Con el corazón luchando con mi cabeza continuamente.

Una tarde un par de semanas antes de la fiesta de la primavera, yendo para mi casa, pase por la plaza del centro y oi que alguien me llamo.

- Vanesa!- Me di vuelta y era Marcos Goldstein. Un pibe que iba al colegio, a 5to año. La antítesis de Luciano, Rubio de ojos claros, jugaba al rugby y también entraba en los catalogados "facheros" de la escuela.

Nunca muere un gran amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora