Sanemi solía Observar la fría nieve caer delicadamente desde la ventana rota de su casa. Su madre aún no había llegado del trabajó, y su padre, en realidad ni sabía dónde se encontraba. En la absoluta oscuridad, La nieve cae resplandeciente, tranquila como si la vida fuese solo un breve momento, un minuto, un mísero segundo. Y así suele pasar los momentos cuándo su Padre golpea a su madre y él no puede interferir, porque aún es un Alfa débil, uno el cuál siente que el tiempo se detiene ante cada golpe.
—Sanemi... ¿Sanemi?
Suave. La voz suave de su madre lo saca de su triste encantó. Corre hacia ella y la abraza, la pequeña mujer sonríe tiernamente y rompe el abrazó del pequeño al acariciar su mejilla.
— ¿Puedes ir a comprar algo de carbón para la cena?, Mami está cansada por lo que quiere darse un baño rápidamente
El Alfa Albino la mira curiosamente. Su madre siempre porta ese triste brilló, suplicante, con sumisión bestial hacia su persona. Y eso le desagrada, porqué él no es como su padre, él no quiere golpearla, mucho menos hacerla llorar.
—Me pondré mis sandalias y saldré corriendo a comprarlo
Su madre sonríe cariñosa y besa su frente. Sanemi se sonroja con felicidad y corre hacía la habitación en donde duerme a veces. Tarda poco menos de 2 minutos y salé de casa, rápido, no quiere que su padre se enojé con su madre y la golpee por su culpa.
Su madre se ve muy asustada y consternada. Muy al contrario de él, quien solamente siente curiosidad ante lo que su padre trae sujetó con una cadena en su cuello.
—..A-nata... ¿Q-qué...?
Pero acalla. Su madre acalla ante la mirada fría y autoritaria del Alfa presenté. Sanemi baja la mirada, acompañando a su madre en su debilidad.
—Una mujer me lo vendió. Ahora si estaré seguro que el hijo que llevas es mío
Continuará
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SoulMates [SaneTan]
Fanfiction«Toma mi manó, escribe con mi sangré, susurrame al oído mientras devoras mi alma»