Respira un aire extraño, las nubes en el cielo le traen justo el recuerdo que se esfuerza por dejar atrás... Debe hacerlo, por el bien de su cordura tiene que lograrlo, pero entonces la memoria se ajusta y el animal araña las paredes con tanta fuerza que sus garras por poco salen sin control. Harry necesita dominarlo, y solo hay dos cosas que le permitirán lograr que vuelva al rincón oscuro donde siempre lo ha encerrado, ejercicio o una relación íntima. No va a sacarlo, de solo pensar en eso le dan ganas de gritar.

Pasando una mano por su cabello negro, suspira con cansancio y entra en el bar más decadente de la ciudad. Hay luces de neón que brillan con un color rojo profundo, va a juego con el tono sangriento de las paredes. No es que estén pintadas con sangre, pero para él, ese color siempre se lo recordará, está grabado en su mente.

Camina entra las personas que se mueven al ritmo de una canción cuyo estridente bajo retumba en todo el ambiente, el lugar está permanentemente repleto todo los días, sin importar la hora. Hay una alta demanda por parte de los cambiantes que viven en la ciudad bajo el permiso de los dueños, pero también, de humanos que buscan algo interesante para aderezar sus insulsas vidas...

La barra le espera iluminada en la parte superior con un neón amarillo, es como oro, pero en realidad tanto arriba como abajo, es un metal pulido que refleja la gente. Copas de vidrio cuelgan de un soporte especial en la parte superior. Harry le pide un shot de vodka al cantinero, ni el trago más fuerte del mundo podrá hacerle olvidar todo, mucho menos darle esa sensación de euforia y poder que brinda el alcohol, hasta eso le han quitado, la capacidad de vivir, de sentir... De que alguna maldita droga le haga salir de este mundo aunque sea por un par de minutos...

Hay siete vasos pequeños y vacíos tras media hora contemplando su reflejo en las botellas frente a él. Harry ignora la visceralidad con la que su animal le reclama libertad, no se la dará, por supuesto. Lo odia tanto como a sí mismo.

De reojo captura una mirada interesada, se da el atrevimiento de girar en esa dirección, en la punta de la barra se encuentra una mujer de ojos oscuros, quizá sea por la escasa iluminación, pero resultan oscuros como carbón y tan intensos como fuego. Su cabello ondula suavemente hacia sus hombros, su rostro posee un contorno ligeramente circular, de labios abundantes decorados por un tono violeta oscuro, como vino. Expande sus sentidos, y la encuentra en la misma sintonía, Harry intenta ofrecerle una sonrisa amable pero sabe que solo le saldrá una sonrisa rota. No sabe si por fortuna o por desdicha, pero la mujer le devuelve el gesto, sin embargo la de ella es real, dulce y cautivadora.

Harry consume el séptimo shot de vodka y se aleja de la barra, hacia el pasillo interno que hay entre los baños. La mujer le sigue, incluso hasta la sala de material de limpieza donde se encierran.

Entre un intercambio desesperado de calores, caricias que raspan la piel, toques profundo que arañan sus terminaciones nerviosas, Harry se consume a sí mismo, negando los besos que la mujer humana intenta entregarle. Ella cae rendida, cualquiera lo haría por un hombre así, tan demostrativo, en medio de su fuego Harry la cuida, consciente de que es el monstruo quien está haciendo esto, usando una vez más a alguien inocente para mantenerse bajo control. Besa su cuello con ternura, en su mente ruega por perdón mientras le oye preguntarle su nombre, la mujer se agita, está al borde, se aferra a su cuerpo mientras él la sostiene. Puede oler su esencia humana fundirse con un deseo que calma a la bestia.

Su liberación llega, tenue y dolorosa, cargada de un placer que le llena de culpa, como cada vez. Sin embargo, hoy hay algo diferente, un dolor distinto, como si al llegar a ese punto... Una fragmento diminuto de su alma se desprendiera, Harry lo escucha fracturarse en medio de su grito, casi ahogado.

Termina.

Se siente miserable.

Pero la humana no se da cuenta, no tiene por qué, saberlo le haría interesarse más por él y eso es algo inconcebible.

Omega [Moon Fighters 5.1]Where stories live. Discover now