Las Siete Espadas.

el espiritu del fuego y las sombras

Entre a mi casa y subi las escaleras, al entrar en mi habitacion, me quede en shock, mi habitacion estaba totalmente destrozada, hasta habia un hueco en la pared.

Entre sigilosamente por si la persona que lo hizo seguia ahi.

Despues de cinco minutos de mirar por todas partes, me tranquilice, me fui hacia el hueco que era demasiado grande para un ser humano, me fui hacia mi cama, abri mi mochila y saque la empuñadura. Al hacerlo agua empezo a surgir donde deberia estar el filo de la hoja, era una espada de agua. Al darme la vuelta vi una figura de una bestia, como un leon que solo se paraba en dos patas, solo que no era un leon, era un hombre lo unico que lo diferenciaba de las personas era que su piel era de arena negra que se le caia y la melena de leon y sus ojos eran de fuego.

Sin pensarlo salte por el hueco en la pared, caia con una vuelta de carnero y mire hacia el hueco, ahi estaba el hombre-leon, me fui corriendo con espada en mano, la bestia me seguia con una velocidad increible, dejando un rastro de llamas y sombras en la acera. No iba hacia una direccion fija solo intentaba escapar de aquella cosa.

No sabia como llamarlo, hombre, leon, bestia, cosa, dejemoslo en cosa.

Me seguia muy rapido y antes de darme cuenta, me alcanzo, golpeo mis piernas y me hizo caer.

Mire hacia la cosa, y al momento una bola de agua le golpeo la cabeza, miro furioso a la direccion en que salio disparada la bola de agua, al instante otra bola de agua por el otro lado y asi sucesivamente. La cosa ya estaba bastante cansada, a si que me arme de coraje y clave el filo acuoso en su pecho, la bestia empezo a gemir y su tamaño disminuyo hasta hacerse del tamaño de un humano normal, extrai la espada y al instante el agua con la que estaba formada el filo cayo al suelo como si alguien hubiera derramado algo de agua en el suelo, la bestia me dijo algo en lenguaje normal.

-Me libraste de mi maldicion, por eso te dire dos cosas que seran importantes en tu vida, uno, rompe la promesa o si no tu amor se perdera en las tinieblas y segundo, recuerda la palabra maldita.

Al terminar de decir eso, se desintegro en un polvo dorado.

Me fui caminando hacia mi casa, intentando olvidar todo lo que paso, pero supe que no olvidaria.

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Hola, soy yo de nuevo. Tarde un poco en subirlo porque tuve unos problemas con el computador,  pero aqui esta. Gracias a todos los que leen esta historia, compartan den estrellas y comenten, por favor estoy atento a consejos.

Adios :-P