Cuando salimos de lo que solía ser Krypton pude ver como éste quedo hecho polvo, pero la explosión fue tan fuerte que sacudió mi nave haciendo que se saliera de la ruta establecida.

Mis ojos se sentían pesados, con la necesidad de descansar así que eso hice, cerré mis ojos tratando de calmar mis pensamientos.

...

Despierto al sentir como mi nave sufre de turbulencias haciendo que me despertará del todo, parpadeo varias veces y al tener la vista más clara puedo ver como me acercó a un planeta de color azul.

Cada vez me acerco más a éste planeta sintiendo miedo de lo que me pueda encontrar en él. Las turbulencias se hacen cada vez más fuertes, pero éstas disminuyen a entrar en la biósfera de aquel planeta, todo lo que veo es de color verde y chocolate, hasta que cierro mis ojos al presenciar que pronto mi nave se iba a estrellar.

Cuando sentí como mi nave chocaba contra el suelo de éste planeta y segundos más tardes se detenía, indicándome que ya todo había acabado comienzo a pasar mis manos por mi brazos y piernas para ver si sufrí de alguna lesión, pero en el momento pude sentir que todo estaba bien. Recoste mi cabeza para poder tomar un poco de tranquilidad al tener un viaje tan intenso, pero de repente aparecen las siluetas de dos personas.

Mi respiración nuevamente se agitó al ver aquellas personas extrañas para mí. Nos quedamos unos minutos viéndonos casi sin parpadear. Al ver que sus rostros solo mostraban preocupación, decidí abrir la nave y cuando lo hice éstos dieron un paso hacía atrás. Salí de la nave con movimientos lentos y cuando nuevamente dirigí mi mirada hacía ellos me di cuenta que eran dos hombres de casi mediana edad.

-¿Estás bien, cariño?-pregunta uno de ellos con evidente preocupación y desconcierto.

Su cabello era rizado, ojos de color avellana, cuerpo atlético y vestimenta muy rara a mi parecer.

-¿Eres un alienígena?- está vez pregunta el otro con mucha curiosidad y no sé si estaba equivocada, pero podía notar miedo en él.

A diferencia del otro, su cabello era ondulado, sus ojos eran de un chocolate oscuro y su cuerpo era delgado, y de igual manera, traía vestimenta rara.

Por mi parte no decía ninguna palabra, podía entender su idioma, pero no salían las palabras de mi boca.

-Será mejor que te llevé a casa- habló el de cabello risado- Me llamó Eric, ¿Cómo te llamas tú?

Se veía que esperaba con ansias mi respuesta, pero no podía decir nada, estaba en un estado de chock. No sabía si huir o estar todavía de pie enfrente de ellos.

-Bueno, tendremos tiempo para tener estás conversaciones- dijo nuevamente el de cabello rizado, llamado Eric.

-¿La piensas llevar a la casa?- el de cabello ondulado el cual no había dicho su nombre se notaba preocupado- ¿Y si el gobierno se da cuenta de esto?.

-No hables bobadas, solo es una niña Abraham- dijo de forma divertida y yo seguía sin entender.

-Bueno, yo te seguiré la corriente, pero si se dan cuenta te culpare a ti y me haré el loco en cuanto el tema- el chico llamado Eric solo le guiño el ojo.

-Bueno, como ya sabes él es Abraham y yo soy Eric. Este planeta es la tierra y espero que no nos invadas- comenzó a reírse, pero lo dejó de hacer al ver que no me causaba gracia- bueno, el lugar en donde has aterrizado está un poco lejos de la carretera, así que tendremos que caminar un poco.

-Vimos algo cayendo del cielo y fue inevitable no venir a ver qué era, pero nunca imaginamos esto- a Abraham se le notaba un poco asombrado.

De camino a lo que esos terrícolas llamaban "carretera" solo podía observar  lo que estaba a mi alrededor, todo pareciera que tuviera vida lo cual mis rescatadores no pasaron por alto.

Lena Luthor y Tú | Mi MisiónWhere stories live. Discover now