003

316 44 15
                                    












—así que...querés mí ayuda para algunas canciones que tenés en mente, ¿eso fue lo que me pediste, val?





la de aspecto aniñado y el de exuberantes ojos azules se encontraban en el cordón de la calle, comiendo unas hamburguesas de remolacha y choclo que compraron en el chino, minutos antes que cerraran el lugar.

hacía un poco frío aquella noche, así que ambos estaban abrigados con buzos canguro oscuros.

valentín no era partidario de éste tipo de alimentos pero, de alguna manera le gustó y mucho. así que iría a comprar más de seguido, sólo porque runa iluminó una parte que estaba un tanto polvorienta en oliva.

el de piel pálida tragó la comida que masticaba con suma dedicación,y la miró antes de contestar.

—exactamente, mí querida amiga runa. tengo en mente sacar un disco, en un futuro bastante cercano y quiero dar todo de mí.

ella frunció el ceño, desconcentrándose en lo que el castaño le contaba, sin intención claramente.

—dios valentín, veintiún años y sos un desastre para comer.— la muchacha limpió las comisuras del varón con una servilleta, mientras éste la miraba de manera atenta antes de quitar su mano con suma lentitud.

—¿escuchaste lo que dije, ruina?

—sí querubín, escuché.— suspiró antes de arrugar el papel manchado de comida restante y estirar sus piernas sobre el pavimento mal hecho.—pero, ¿por qué yo? es decir, no soy una artista ni nada parecido.— hizo una mueca apenada y bajó la mirada hacia sus cordones de doble nudo.

valentín se acomodó mejor en el borde de la calle y la miró, más bien la contempló.

analizó cómo la luz amarilla parpadeante que yacía en medio de la calle hacía parecer que el cabello de su acompañante era dorado, como los detalles de alguna pintura o de alguna figura religiosa. aquel sinag daba a relucir las largas pestañas que rozaban apenas los pómulos de la fémina y del vapor que se escapaba de sus finos y rosáceos labios.

—porque sos mí amiga y es todo lo que importa ahora, runa.

aquello le había resultado tan fácil de decir, pero sí que le costó que su cabeza tuviera aquel revoltoso pensamiento.

por miedo a que se malinterpretaran las cosas.

ella sonrió disimuladamente mirando hacia la luz parpadeante que los aguardaba en una noche tan solitaria y fría de buenos aires, aún así enarcó una ceja y miró a su amigo de cabello castaño pero de algunas mechas teñidas de colores como violeta, rosado y amarillo.

sonrió ampliamente al notar que había tomado en cuenta el consejo que le brindó cuando el de piercing en la ceja le dijo que quería hacerse un pequeño cambio.

—quién diría que con tan sólo verte un rato se me iría lo triste.

y algo en el pecho de oliva tomó calidez a pesar de la helada ventisca que de vez en cuando azotaba su rostro.

los orbes cristalinos del varón brillaron con ímpetu ante la réplica de su amiga, y llevó sus manos a su pecho.

—bueno, eso sí que fue...lindo. me agrada que pienses así de mí.

❧night changes ; wosजहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें