Capítulo 1

31 3 0
                                    


Entre los sitios más agradables para visitar estaba la ciudad de West Visit, un lugar aparentemente pacífico. Situada al oeste, a unos 10km de la ciudad de Q... Las calles escalonadas permanecían limpias a pesar de ser transitadas por diversas personas en las mañanas. La plaza era amplia, la fuente tenía la forma de mujer con jarrón. Los niños jugaban alegres por todas partes. Los primeros viernes de cada mes se realizaban fiestas para agradecer por la cosecha, donde se bailaba, se bebía el mejor vino de la región y se comía el platillo típico de allí, la jambalaya. Las calles permanecían iluminadas y el ambiente era seductor, muchos solían visitar el pueblo debido a estas celebraciones. Detrás de aquella inocente fachada se escondía algo tenebroso, como en los mejores pueblos. La ocurrencia de varios asesinatos atentaba contra la paz de West Visit, fueron muertes trágicas, los cuerpos fueron hallados por la policía en un estado casi irreconocible. Presentaban mordidas por todas partes y marcas de garras, fue difícil reconocer a las víctimas. Al principio creyeron que era obra de algún animal, debido a las marcas y las mordidas, también porque la primera víctima fue descubierta en el bosque pero luego tuvieron que replantearse la hipótesis. Los otros cuerpos aparecieron en callejones oscuros por los que casi nadie transitaba, las evidencias apuntaban a que era un animal, los pelos que encontraron en la escena del crimen le pertenecían a uno. Las investigaciones continuaron sin ningún avance, compararon las hebras con otras pero sin descubrir similitudes y las huellas tampoco se correspondían con ningún animal conocido. Algunos fanáticos aseguraban que eran obra de los monstruos que habitaban el bosque, sus antepasados los veneraban y les otorgaban sacrificios. Tal vez al verse olvidados buscaban venganza. Las opiniones de la población eran variadas, muchos creían lo de los monstruos, otros dudaban de la capacidad de la policía y algunos pensaban que lo más conveniente era irse del pueblo. A pesar de que la situación era desastrosa, los ciudadanos continuaban con sus rutinas diarias. El alcalde, la máxima figura de West Visit, era quien más preocupado estaba. Decidió pedirle consejo a su gran amigo y mano derecha Damián Fox. Un hombre muy importante en la ciudad, respetado por todos. Llego de improviso a la oficina del alcalde:-¿Puedo pasar, señor alcalde?

- Pero si usted ya está adentro, señor Fox.

- Vine porque usted quiso que habláramos a solas- diciendo esto miro de reojo al jefe de la policía, quien se hallaba al lado del Midas, el alcalde. Este se dio cuenta de la mirada de desprecio de Damián, se despidió de Midas, dejándolos a solas. Maximiliano Halcón, el jefe de la policía, odiaba profundamente a Fox, nadie sabía de dónde provenía, solo que había llegado a la ciudad hacia tres años y en corto tiempo se hizo de un nombre y se volvió el mejor amigo del alcalde. Para él aquel sujeto representaba solo un suertudo aventurero, porque era uno de los hombres más ricos de West Visit, llegando a superar a Midas. Sus querellas con él eran cada vez más frecuentes, nunca le tuvo buena voluntad, lo detesto desde el mismo momento en el que llego a la ciudad. Se insultaban y en no pocas ocasiones estuvieron a punto de usar la violencia. A veces Damián lo llamaba incompetente, esto le hacía hervir la sangre y desear su mal día tras día. Cuando Midas y Fox se quedaron solos este último tomo asiento, la plática entre ellos empezó:- Gracias por venir a verme. ¿Sabe?, yo lo estimo mucho y su opinión es muy valiosa para mí.

- Lo sé. Vayamos al grano, usted necesita que le dé mi opinión acerca de este no tan pequeño problema que agobia a la ciudad.

- Para nadie es un secreto que la situación es nefasta. Bien, la verdad es que lo llame aquí hoy para sincerarme, no sé cómo comenzar- Midas se llevó las manos a la cara, el joven lo miro y calmadamente le dijo:- Pues por el principio, cálmese primero. Respire hondo- el alcalde era un hombre gordo, con un peso por encima de lo normal, su cara era redonda y aplastada. De estatura media, calvo y con bigote. Hizo lo que su amigo le ordeno hasta que estuvo completamente relajado, solo entonces pudo hablar, su voz sonaba débil:- Yo fui testigo de uno de las muertes, vi al asesino- el hombre se interrumpió, bajo la cabeza.

- Habla como si eso fuera un problema cuando en realidad es la solución ¿Por qué no está apresado?- Midas lo miro fijamente, mientras le temblaban las manos, era obvio que el incidente fue impactante para él:-El asesino... es...- trago saliva, mientras que su amigo estaba impaciente tanto que tuvo que gritarle para que terminara de hablar:- Acabe de hablar.

- Es un monstruo-Fox suspiro, se levantó del asiento y sin siquiera dirigirle la palabra se fue rumbo a la puerta.

- Espere, ¿A dónde va? Aún no he terminado.

- No vine para que me trate como a un idiota, estos crímenes son muy serios ¿de verdad pensó que yo iba a creerle esa tontería?

- Es la verdad, ya le dije que fui testigo, escuche, iba por una calle cuando... el alcalde trato de defenderse pero Fox lo detuvo

- Midas, si un hombre viene a usted y le cuenta que vio un unicornio ¿Qué pensaría?

- Que está loco.

- Eso mismo opino yo ahora.

- Espere, no se vaya, lo necesito.

- Lo que necesita es un psiquiatra-la puerta se cerro.

A Sinister AdventureDonde viven las historias. Descúbrelo ahora