CAPÍTULO III - DEJANDO PRIVET DRIVE, TRATO Y QUIERO UN PAPÁ

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Como era lo usual en la casa Dursley, en la mesa había tres platos servidos, Petunia Dursley atendía con esmero a su hijo y a su esposo, Vernon Dursley leía el diario mientras masticaba su beicon, y Dudley Dursley miraba el televisor desde la cocina, pasaban su caricatura favorita. Mientras en una alacena bajo las escaleras al segundo piso se encontraba un pequeño, un niño de seis años, cumplidos ese día, no que alguno de sus familiares lo recordara o le hubiera hecho un presente antes, pero el chico sonreía mientras tachaba en un maltratado calendario ese día, sus ojos esmeralda no perdían brillo, sus cabellos castaños eran indomables, pese a su corta estatura y mala alimentación era muy inteligente. En unas semanas podría asistir a la escuela primaria, eso lo alegraba, podría hacer amigos, podría tener un poco de felicidad y libertad.

La paz en la casa Dursley no duró mucho más, tocaron a la puerta, la familia se vio molesta al ver interrumpida su hora de comer. Al abrir Petunia Dursley sonrió como a todos, a ese invitado, parecía un hombre de negocios, portaba un traje negro, camisa verde olivo y corbata plateada que le dio un aire familiar a Petunia, pero lo ignoro, miro al pelinegro de ojos azules.

- Casa de los Dursley, que se le ofrece caballero? - el hombre sonrió.

- Petunia Dursley? - ella asintió confundida, no recordaba haber hecho algún encargo o entrega a domicilio. - Mi nombre es Tom Gaunt, me manda el ministerio a recoger a su sobrino. - Petunia asintió seria.

- Por qué? El hizo algo? - preguntó Petunia.

- No señora, hemos encontrado otra familia, lejana del padre, pero dispuesta a hacerse cargo del chico. Le causa inconvenientes? - Petunia de inmediato negó.

- Espere aquí unos minutos, vestire al chico y lo traeré.

Petunia cerró la puerta y caminó rápido a la cocina.

- Dudley, tesoro, tráeme una de tus camisas, un pantalón que te quede chico y un suéter de los que te dio Marge el año pasado, rápido cariño. - el niño salió corriendo y Vernon veía a su mujer confundido.

- Qué sucede Petunia? Quién toco? - Petunia le sonrió a su esposo.

- Son ellos Vernon! Se lo llevan! Para siempre! - Vernon sonrió.

- Al fin! Buenas noticias! Ya lo habían dejado mucho aquí. - Dudley llegó con la ropa en sus manos.

- Aquí está mamá, qué sucede? - su madre tomó la ropa y sonrió.

- Harry se va tesoro.

Dudley sonrió y Petunia camino rápido a la alacena. Abrió la puerta dejando a la vista a un aburrido Harry acostado en lo que llamaba cama. Al ver a su tía se sentó y la miró, ella le lanzó ropa.

- Cambiate deprisa, Harry. Han venido por ti, te llevarán con otra familia.

Petunia se dio la vuelta, Harry apenas proceso las palabras de su tía se puso de pie, tomó la ropa. Ya usándola sacó bajo sus sábanas una cobija con sus iniciales, la que le tejió su madre y con la que llegó a esa casa, aliso la ropa que le quedaba algo grande, pero casi nada.

Harry caminó a su tía y tocó levemente su falda. Petunia miró a Harry, lo evaluó y asintió, lo tomó de la mano llevándolo a la puerta, ahí el hombre sonrió al ver a Harry.

- Aquí está. - dijo Petunia y el hombre sonrió mirando a Harry que se relajó un poco.

- Hola pequeño, mi nombre es Tom Gaunt, soy un primo lejano de tu padre, vivirás conmigo en adelante. - Harry solo sonrió.

- Harry necesita llevar algo? - preguntó Petunia y Tom Gaunt negó.

- Solo una cosa, el ministerio de magia no confía en Albus Dumbledore, no se le informó de este cambio y esperan que ustedes tampoco lo hagan, o Harry tendría que regresar. - Petunia asintió seria.

- Si pasa algo mandaré una carta, supongo que le llegará sin importar dónde esté? - el hombre asintió y abrazó a Harry levantando su pequeño cuerpo del piso.

- Estaré pendiente. Harry cierra los ojos.

Frente a Petunia los dos hombres desaparecieron, ella miró alrededor confirmando que nadie hubiera visto eso, suspiró aliviada y entró a la casa. El resto del día los señores Dursley no dejaron de sonreír y agradecer que ese niño se fuera.

...

Mientras en la mansión Malfoy aparecía un hombre con un niño en brazos. El hombre caminó hasta una oficina y sentó a Harry en un asiento frente al escritorio, mientras el hombre rodeó sentándose frente a Harry.

- Harry Potter, un gusto volver a verte, me recuerdas? - Harry negó. - Yo hice esa cicatriz en tu frente. - Harry se sorprendió.

- Cómo? - Tom se extraño.

- Qué sabes de esa noche?

- Cuál noche? - Tom empezó a sospechar que Harry no sabía nada.

- Cuándo murieron tus padres.

- Nada, solo que tuvieron un accidente de auto. - Tom sonrió divertido.

- No sabes nada del mundo mágico?

- No, qué es? - pregunto Harry.

Vaya que arma preparaba Dumbledore. Un niño indefenso completamente ignorante de su mundo y su procedencia, así como de su importancia o poder seguramente.

Así fue que Tom dedicó los siguientes cuarenta minutos a hablarle a Harry de su mundo, de la guerra que hubo y el papel de el y sus padres en ella. Al terminar Harry sonrió inocente.

- A mi no me importa una guerra señor oscuro, - explicó Harry- yo he vivido con muggles y se que tiene razón, no deben saber de nosotros. - Tom sonrió.

- Qué te parece si hacemos un trato, tu no te opones a mi y yo te dejaré hacer lo que quieras, te daré lo que quieras, a cambio de lealtad, claro. - Harry asintió.

- Esta bien, pero lo que quiero no es dinero ni juguetes caros, quiero un papá o una mamá. Alguno de los amigos de mis padres que esté de su lado y que me quiera, no que me cuide por su orden. - Tom asintió viendo en el chico lo mismo que él sufrió, la falta de un guía.

- Esta bien, creo que tengo a alguien.

Unas horas después entró un hombre de ojos ónix a la oficina mientras Harry comía, al niño le llamó la atención la ropa totalmente negra del hombre, su aspecto pálido y el enorme alivio al cruzar sus miradas.

- Harry?

- Hola. - sonrió Harry sentado al lado de Tom. - Usted quién es?

- Un viejo amigo de tu madre. - explicó Tom- Severus, él es el niño que quiero que cuides. Aceptas? - anonadado Severus asintió.

- Él será mi nuevo papá, Tom? - pregunto Harry y Tom asintió.

- Severus, Harry aceptó unirse a nosotros, vas a criarlo cómo tuyo en completo secreto y llegado el momento se ocultará de la guerra. 

Dos vidas, un destino juntos. Otra vida, otra vez juntosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora