Only you™ [Rhaast x Kayn]

💕Especial 2.0💕

Con pesadez me dirigí al baño, quizás tomar un baño me ayude a relajar más y así poder concebir el sueño, mañana será un largo día.

Me desnudé por completo mientras llenaba la bañera con agua caliente y le vertía un poco de jabón líquido con un olor muy dulce a mi parecer. Entré lentamente y me recosté dejando que el agua mojara por completo mi cuerpo. Así estuve por unos 10 minutos hasta que sin darme cuenta me dormí.

Pero la dicha no duró mucho, o eso creo, una pesadilla me hizo despertar de golpe, no sé cuánto tiempo dormí pues el agua estaba algo fría y mi piel estaba algo arrugada. Me levanté y cogí una bata de baño. Miré hacia el reloj que estaba en una mesita y marcaba las 11:33pm, en teoría estuve unos 30 minutos ahí aproximadamente.

Estaba un poco desesperado, no lograba dormir y me sentía solo.

Quiero a Rhaast.

Necesito a Rhaast.

Deseo a Rhaast.

Dije en mi mente con los ojos cerrados esperando que mi desea se hiciera realidad, por un corto momento me pasó por la mente una escena muy graciosa de santa Braum trayendo a un Rhaast muy furioso en una caja de regalo. Sonreí por ello.

—No me parece muy gracioso — unos grandes brazos me abrazaron por la cintura —pero si me parece muy excitante que me desees cuando estés solo.

Di un pequeño saltito por la sorpresa, pero conociendo muy bien la voz de la persona que se encontraba atrás mío, o más bien Darkin.

—En serio, ¿Cómo lo haces? Estoy empezando muy seriamente a pensar que eres un ninja más experimentado tu que mi maestro —dije sin moverme de mi sitio.

—No me compares con alguien tan débil como tu maestro, es obvio que soy mejor que el en todos los aspectos.

Rodee mis ojos sabiendo lo egocéntrico que era Rhaast.

—Así que... —se acercó a mi oído — ¿me deseas?

—Lo dije solo porque estaba aburrido y necesitaba con quien hablar, no por otra cosa —dije no admitiendo mis verdaderas intenciones, aunque sabía que no servía de nada.

—Bueno, dependiendo o no de tus intenciones fue imposible para mi negarme a venir cuando la persona que amo clama a mi nombre tan insistentemente y con desesperación — tomó con sus manos mi mentón para unir nuestros labios en un candente beso—especialmente porque sabes que adoro la desesperación de los demás.

Su varonil voz hizo que una corriente eléctrica recorriera todo mi cuerpo haciéndome sacar leves suspiros.

—¿Por qué tardaste tanto? —dije en modo de reproche, pero con voz suave.

—¡Oh! ¿El señor "no me importa nada, no tengo sentimientos" me extrañó?

Fruncí el ceño y lo miré con un enojo fingido, tenerlo aquí era lo que más deseaba, aunque lo niegue mil veces.

Y sí... lo extrañé.

—Mejor sigue cállate y sigue con lo que estabas haciendo.

—Tus deseos son órdenes.

Las gruesas y afiladas manos de Rhaast se enterraron bruscamente en mi trasero haciéndome gemir por el dolor y la incomodidad, este lo masajeaba mientras seguíamos con el beso desesperado y caliente.

Tomó impulso y me alzo a lo que yo enredé mis piernas alrededor de su cintura sin despegar nuestras bocas.

No muy lejos estábamos de la cama y con brusquedad característica de Rhaast me tiro a la cama posicionándose al instante encima mío.