Casi única parte.

2.1K 150 68
                                    

En el Luna - Casi única parte.

El menor saltaba sobre el rubio, largando gemidos mientras seguía los movimientos que Valentín le indicaba, le encantaba sentir como el miembro erecto del ojiazul entraba en él y después salia con velocidad, cerró los ojos apretando los hombros contrarios y mordió su labio cuando Oliva largó un fuerte gemido.

—M-más rápido Da-ani... más rápido.—Pedía entre gemidos, apretando la hermosa cadera de el chico encima de él, levantó la vista para mirarlo y gimió más fuerte al verle la carita.

Tenía los labios rojos e hinchaditos, su pelo alborotado y algunos pegados en su frente por el sudor, sus ojos más negros que de costumbre mientras saltaba arriba de su miembro, dándole tanto placer hasta tocar el cielo.

—N-no puedo Valen.—Dijo como pudo sin dejar de saltar, le dolían un poco las piernas y así era lo mas veloz que podía ir arriba de él.

El teñido hizo que parara sus movimientos dejando confundido a Ribba, respiró agitado y sin salir de arriba de él se paró de el puf en el que estaban haciendolo, mojó sus labios y besó los de Daniel, mordiendo despacio mientras iba caminando hasta pegarlo en la pared, el menor suspiro cuando sintió lo fría que estaba, pero aun así jadeo mordiéndole el labio.

—¿T-te gusta acá?—Preguntó Valentín empezando a moverse ahora él, haciendo que con las embestidas el cuerpo de su amigo choque con la pared levemente, pero sin lastimarlo, le encantaba esa posición, podía verlo a la cara y escuchar mejor sus gemidos.

—M-me encanta.—Suspiró llevando sus manos al pelo de Valentín y apoyó su cabeza en la pared, tirándola para atrás y empezando a gemir con los ojos cerrados, dándole al ojiazul una hermosa imagen mental.

—¡Dios amor!—Grito el mayor dándole cada vez más fuerte, su miembro se descargaba todavía mucho más cuando entraba en su amigo.

O bueno, todavía no sabía si seguían siendo amigos, claramente porque los amigos esto es lo que menos hacen, pero no sabía como llamarlo, novio tal vez.

—V-valen ¡Ah! ¡S-si ahí!—Gimió Ribba cuando el miembro de Valentín entro tan adentró que toco su punto más sensible, mordiendo su labio, y al darse cuenta de que estaba gritando mucho sacó una mano de la cabellera de Valentín y se tapó la boca.

—Mmm... a-ah ¿te gusta?—Gimoteo en el oído de Daniel, él asintió rápido con la cabeza y cerró sus ojos, su respiración iba descontrolada y su cuerpo estaba extasiado de placer.— no te tapes Dani, amor quiero escucharte.—Pidió agitado.

Daniel lo miró a los ojos y se sacó la mano para empezar a gemir otra vez, sin parar, al igual que el ojiazul, se miraban a los ojos con una sonrisa y mientras gemian sentían el roce duro de su piel, más el miembro entrando en el culo gordo de Daniel, era el paraíso, se sentían tan bien y excitantes.

—M-me encanta a-si.—Habló el mayor mordiendo su labio, siguiendo con las penetradas, se refería a la posición, tenía los muslos de Ribba en sus manos y las piernas en su cadera, haciendo que las penetradas entren mejor en él, el mimbro de Daniel también tocaba su abdomen masturbandolo sin querer.

—Besame mi amor.—Pidió el menor, jadeante, Valentín sonrió y acercándose a él entre gemidos unió sus bocas, empezando un beso lleno de amor y excitación mezclados, sus lenguas se chocaban y el ruido de la saliva junto con el choque de sus pieles llenó toda la habitación.

En El Luna ; WosaniWhere stories live. Discover now