capítulo 11.

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(Esta historia es solo una adaptación, la autora es @AllysonDeVil)

El día once fue vacío, y mis recuerdos son borrosos.

Era como si una parte de mí se hubiera marchado junto a Clairo o como si, al morir, hubiera colocado un manto frente a mi rostro que no me permitía ver con claridad.

Me desperté, y recuerdo que sentía el cuerpo increíblemente pesado. Había decidido dormir sola, pues lo necesitaba, y Billie había dormido junto a Noah. Ella quería hablar con alguien, y en esos momentos yo no era buena escuchando.

Dormí abrazada a una de las camisetas de mi pequeña amiga, por cierto. No recuerdo si aún conservaba su olor, pero eso es lo que me parece y lo que me gustaría creer.

Sé que fui a comer solo porque mi estómago me lo pidió. No había cenado el día anterior, así que era entendible que mi organismo necesitara alimento.

Recuerdo que no llamé a nadie. La voz no me salía, y al sentirme como una muerta en vida solo podía concentrarme en lo pesado que mi cuerpo me parecía.

Me encargué de tomar todos los platos, y creo que lo más doloroso de todo aquello fue el ver que aún eran cinco.

Dejé el plato de Clairo sobre el sofá en el que había muerto, esperando que saliera de su habitación haciendo una mala broma, pero eso nunca sucedió.

Danielle, Noah y Billie llegaron poco después, y no se veían mejor que yo. Era como si el peso de la muerte fuera demasiado para ellas.

Billie no me besó en forma de saludo, y eso no me molestó. Sin embargo, me gustó sentirla a mi lado y sujetar mi mano.

Era bueno saber que ella sentía lo mismo que yo.

-Se llevaron su cuerpo a las fosas.--murmuró Danielle. No estaba llorando. En realidad, su voz se escuchaba vacía.--Ni siquiera tendrá una sepultura. No tendrá una lápida a la cual Diego y Alex le puedan hablar, y no guardarán sus cenizas en ninguna parte. Solo lanzaran su cuerpo a un agujero lleno de tierra y otros cuerpos...

Sus palabras me dolieron, pero no lloré. Supongo que mis lágrimas se habían agotado el día anterior.

-Esta cosa es un asco.--recuerdo que dijo Billie luego de unos segundos, refiriéndose a su alimento. No sé exactamente qué estábamos comiendo, pero creo que tenía razón.

-Seguramente Clairo diría algo como "¡Por Dios, Billie! ¡Es la mejor comida que he tenido en mi vida!" y luego te quitaría el plato de las manos.--imité a mi pequeña amiga.

-Esa enana estaba completamente loca.--dijo Danielle con cierta nostalgia.

Creo que Noah asintió, dándonos a entender que ella estaba de acuerdo.

-No soy una monja.--me burlé mientras imitaba la típica pose e, incluso, la voz de mi amiga.--¡Mírame! ¡Tengo un hijo!

-Diego es perfecto.--esta vez era Billie, y si bien su rostro mostraba una débil sonrisa, sus ojos estaban oscurecidos.--Los ojos de Diego, el cabello de Diego, la voz de Diego, la altura de Diego, todo de Diego... Estoy enamorada.

Todas reímos ante esto, y no creo que haya sido cruel.

Sí, Clairo había muerto solo un día atrás y no parecía que respetáramos el luto, pero estábamos intentando sobrellevar su partida de la mejor forma que podíamos.

Además, creo que a ella le habría gustado vernos reír, incluso si el motivo de nuestras risas era ella.

-¡Por el poder de Yisus!.--gritó Danielle luego de un par de bromas. Había colocado su mano sobre la cabeza de mi novia, quien cerró los ojos intentando contener sus tristes carcajadas.--¡Yo te exorcizo! ¡Fuera criatura del mal! ¡Fuera!

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