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Disculpas Endo Mamoru x Reader ┉┅━━━━━━━━━━━┅┉
— Por aquí (T/N)— habías lanzado el balón en dirección hacia aquel joven de cabellos castaños, al instante este detuvo el balón sin ningún tipo esfuerzo.
— Si tan solo te hubieras distraído— murmuraste en voz baja, pero él lo eschuvo y río ante aquello.
— Así es el fútbol— respondió con simpleza.
— No entiendo como es que esto me va a ayudar a ser tan profesional como tú— agregaste con confusión observando el balón de fútbol.
— Esta pasando— Endo se acercó en donde estabas— ¿Recuerdas que antes ni siquiera lograbas tirar un balón a la portería?
— Eso le dolió a mi ego— Endo sonrió.
— Es bueno que mejores— admitió con el balón entre sus brazos—. De esta manera tus anotaciones también lo harán.
— ¡Endo!— al instante ambos habían observado a la joven que se había acercado.
— Aki ¿Qué sucede?— Endo fue el primero en acercarse.
— El entrenador Hibiki te busca— después de aquello, la de cabellos negros te observó— ¡Hola (T/N)!
— Hola Aki— sonreíste, la conocías ambas estaban en la misma clase junto a Endo.
— Bueno, (T/N) me tengo que ir. Espero que para la próxima hayas entrenado mejor— una sonrisa apareció en tu rostro.
— Por supuesto que así será— Aki te observó aún con su sonrisa.
— Adiós— se despidió amablemente la de cabellos negros, asentiste ante aquello.
Cuando ambos se dieron media vuelta tus orbes solo se habían dedicado a observar a Aki. Ella es de complexión delgada, su cuerpo apenas estaba comenzado a desarrolladose pero, por su vestimenta podrías saber que ella tenía un bonito cuerpo y una cintura pequeña.
Al instante observaste de reojo tu cuerpo, aquella sonrisa que habías mantenido se desmoronó al instante. No te agradaban tu físico, por más que las personas te dijieran que solo estabas un poco rellenita, no lo veías de esa manera. Soñaba con tener un cuerpo de complexión delgada, por lo menos como Aki.
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— Cariño ¿Sucede algo?— preguntó tu madre observando como es que estabas jugando con tu comida.
— Nada, mamá— respondiste— ¿A donde vas?— obsevaste que llevaba su bolso de mano.
— Voy al supermercado a comprar algunos ingredientes para la cena— sonrió al momento de besar tu frente—. Llegó en media hora— asentiste ante aquello.
