Capítulo 2: El Comienzo

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—Wow, alto ahí, alfa de los Zwarte ¿yo tú compañera? —Le dijo Mikaela tratando inútilmente de apartarlo.

—Así es. —Respondió con una voz fuerte, sensual y muy, pero muy atractiva.

"(Esperen ¿Qué?)" —Pensó Mikaela entrando en reacción.— "(Contrólate Mikaela, serena y firme.)"

De un movimiento rápido, Mikaela escapó del encierro de Damian, y estando a lado de sus padres Mikaela se cruza de brazos y mira fijamente a Damian y él a ella.

—Escucha bien, alfa Zwarte, lo siento mucho, pero no puedo ser tu mate. —Le dijo Mikaela directo.

— ¡Mikaela! —Exclamó la madre de Mikaela.

—Lo siento madre, pero no puedo hacerlo.
— ¿Por qué no? —Preguntó Damian.— Mi nombre es Damian Zwarte, alfa de los Zwarte.

—Sé quien eres, y porque ambos somos alfas muy dominantes ¿crees que voy a dejarme dominar fácilmente por otro alfa? —Preguntó Mikaela a él.

—Es obvio que no, pero tú eres mi compañera y no pienso aceptar un no por respuesta.

Mikaela sintió la autoridad y desafió de Damian, por lo que comenzó a gruñir, pero trataba de ahogar esos gruñidos de desacuerdo total con él. No, ni de sueños ella se iba a rendir ante él.

—Vamos a hablar en otra parte, los chicos ya están entrando. —Dijo el ex alfa Aaiss, Stephan.

Stephan guio a todos a un salón apartado de toda la fiesta, Mikaela salió al balcón para respirar algo de aire muy fresco dado que eran las dos de la mañana y regresando ella al interior, todos los ojos estaban encima de ella.

"(¿Es en serio?)" —Pensó Mikaela.

—Bien, sé muy bien los pros y contras que tiene si no acepto ser tu compañera. —Comenzó Mikaela.

— ¿Es así? —Preguntó Damian incrédulo.

—Escúchenme bien todos aquí presentes. —Habló Mikaela con seriedad absoluta.— Tomaré mi decisión, pero ocupo tiempo, permiso.

Mikaela se dio la vuelta para retirarse de la sala, pero una fuerte y gran mano le detiene tomándola de la muñeca, era Damian quien le impide tal movimiento de ella. Mikaela lo ve y le mira mal.

—Suéltame. —Mikaela le ordenó.

—No lo haré, hasta que aceptes venir conmigo y ser mía. —Respondió Damian.

— ¿Acaso no oíste lo que dije? Tomaré un poco de tiempo, no pienso prolongar esto durante días.

—Aun así...

Mikaela se zafó del agarre de Damian y volteándose rápidamente el cabello de Mikaela le golpeo en la cara a Damian, dejándole a él con un gruñido ahogado y una mirada molesta, ella fue hasta su habitación y comenzó a meditar caminando en círculos todo lo bueno y lo malo de dicha unión por la diosa Luna.

—Bien veamos. —Comenzó Mikaela.— Los pros son que si acepto ser su compañera habrá alianza y paz total con mi clan y el de él, si nosotros tuviésemos problemas podemos contar con la ayuda de los Zwarte. Los contras serían que si no acepto ser su compañera, habrá guerra entre nosotros, de por sí, ya estamos jodidos con la problemática de que los animales cruzan parte de su territorio, pero bueno y no se podrá contar nunca con la paz que tenemos hoy en día… Por la diosa, ¿esto es en serio?

Mikaela se sentó en su lecho y se cubrió el rostro con ambas manos, ella es alfa y sabe muy bien cuál es la decisión correcta, más que por su felicidad propia debe pensar primero por la de su clan y ella lo sabe perfectamente bien.

Alpha's Hard RomanceWhere stories live. Discover now