𝑶𝒏𝒆 𝑳𝒐𝒗𝒆, 𝑺𝒆𝒗𝒆𝒏 𝑼𝒏𝒊𝒗𝒆𝒓𝒔𝒆𝒔 ||𝑹𝒆𝒅𝒅𝒊𝒆.

🌸05; 𝕄𝕠𝕟𝕖𝕕𝕒 𝕕𝕖 𝕕𝕠𝕤 𝕔𝕒𝕣𝕒𝕤🌸

Reddie Week 2019, Día 5: Celos.

🄰🄳🅅🄴🅁🅃🄴🄽🄲🄸🄰🅂:

●Este capítulo romantiza actitudes que son dañinas o tóxicas en una relación y en una persona.

●Todo lo narrado aquí es FICCIÓN, por lo que, NO promuevo ni tolero este tipo de acciones o actitudes en la vida cotidiana.

●Queda bajo tú responsabilidad leerlo
Si eres sensible mejor pasa al siguiente capítulo uwu.

●Si aún después de esta advertencia quieres continuar la lectura, que lo disfrutes.

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Se miraba de pies a cabeza frente al enorme espejo en la habitación, sin lograr reconocerse.

Lo intentó por un largo rato, con las dudas carcomiendo su cabeza “¿Quién soy?” “¿Qué he hecho?” y la más importante de todas: “¿Cómo llegué hasta aquí?”

Su mirada estaba sumida, como si en vez de ojos, tuviera dos pozos oscuros, en los que no se veía el final. Observó la gran mancha de sangre que atravesaba su cara, cubriendo gran parte de ella; desde los labios hasta las raíces del cabello.

Trató de limpiarse un poco con la manga de la sudadera, pero fue imposible; era demasiada y no se iría con facilidad.

En ese momento solo pudo regresar a ese instante… ese en el que toda esa locura había comenzado…

🍑🍑🍑🍑

Eddie Kaspbrak era el idiota más obvio que existía en cuanto a sus sentimientos se refería… todo el mundo parecía darse cuenta de que literalmente babeaba por cierto bocazas, aquél que se robaba sus suspiros.

Todos notaban que era inevitable para él sonrojarse cuando le sonreía, que era un manojo incontrolable de nervios cuando estaba con él, todo el mundo percibía su cambio de humor con respecto al mayor, porque en cuanto él se acercaba el universo parecía iluminarlo por completo.

Todo el mundo lo tenía presente menos el idiota del que estaba enamorado.

–Mierda. –Suspiró una vez más, aferrándose fuertemente a la rama del árbol sobre el que estaba.

¿Qué, qué hacía trepado en un árbol?

La respuesta era complicada. Resultaba que su comediante favorito había sido citado esa tarde en ese lejano parque en Derry, por algún idiota que tenía “algo importante que decirle”, Eddie sabía muy bien lo que buscaba.

Cualquier persona normal entendería que cuando te dejan un nota en el casillero que dice “Te veo en el parque oeste a las cuatro de la tarde, tengo algo importante que decirte” significaba dos cosas:  que esa persona va a declararse, o, que va a secuestrarte.

Cualquiera de las dos ideas le parecían igual de peligrosas al asmático y por eso estaba ahí, porque su gran “amigo” parecía ignorar las dos posibilidades, y estúpidamente había aceptado ir.

–Alguien me citó esta tarde… acepté ir porque la nota dice que tiene algo importante de lo que hablar. Quizás me diga algo interesante de tu madre y eso si no me lo puedo perder.