The Proposal.

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Es sorprendente ¿no es verdad? Que estos dos pares sean del otro una mitad.

Sam Yo Soy era todo un caso, su corazón irradiaba felicidad y energía, mientras que Guy era todo lo contrario, un típico cliché romántico, eso ni quién lo niegue, pero viéndolo por el lado realista ¿Ese cliché sería suficiente?
Sam estaba nervioso, por más que se había preparado mentalmente para esto, aún no podía creer que Guy era su novio, llevaban ya mucho tiempo de relación, habían tenido ya muchas exitosas citas y casi todo el mundo veía sana su relación, sin embargo, tantos años de relación lo hicieron saber que era tiempo, quería casarse con él.

Sam estaba conciente de que Guy lo amaba, enserio, Guy solía repetirselo casi todo el tiempo aún cuando esté era alguien muy cerrado en cuanto sus sentimientos, pero seguía sintiendo temor, esperaba que Guy lo rechazará como había rechazado muchas veces un plato de huevos verdes con jamón.

"¡Oh pero el ahora ama los huevos verdes con jamón, al igual que te ama a ti también!" La voz en la conciencia de Sam lo hizo retorcerse de felicidad, un hermoso tono carmín alumbraba su tierno rostro peludo, si era cierto, Guy comía huevos verdes con jamón todo el tiempo gracias a él y había cambiado bastante desde que lo conoció, por primera vez sentía que le diría que si. Reprimió un grito de emoción detrás de sus manos y trato de retirar ese rubor traicionero de su rostro.

—Oh señor Jenkins, ojalá estuvieras aquí.— Abrazo con melancolía un cojín que después dejo encima de un mantel en el suelo. —Tu papá y yo estamos más juntos que nunca.— Coloco dos bandejas de plata en cada esquina del mantel mientras seguía hablando para si mismo. —Bueno, no tan "juntos" pero si juntos. No sé si me doy a entender.— El sonrojo volvió y Sam se sintió muy tonto, solo negó con la cabeza y saco un espejo de mano. —Pero bueno, debo practicar para estar más juntos de lo que estamos, si lo entiendes, guiño guiño.— Dijo Sam bromeando guiñando dos veces el ojo para verse en el espejo y empezar a practicar su cita. —Hola guapo, desde ahora te puedes llamar Guy Soy Yo Yo Soy.— Dijo Sam en flirteo para luego parpadear. —Ok ¿Qué fue eso? Eso sonó horrible, hay que hacerlo de nuevo.— Tomo aire y volvió a mirar a su pequeño espejo. —Hola Guy ¿Cómo estás? Por lo que veo, estás desnudo de las manos ¿Te pongo un anillo?— Sam rió incómodamente por la tontería que había dicho. —Eso fue peor, si que soy un desastre.— Sam no borró su sonrisa incómoda y suspiro hondo. —De acuerdo ya lo que salga.— Vio a Guy venir hacia acá lentamente, incluso levanto la mano a la lejanía para ser ubicado, y Sam con el rubor regresando devolvió el saludo.

Ni lento ni perezoso Guy por fin llegó al picnic, este tenía un gran maletín marrón nuevo con contenido sin importancia, Sam aguanto una risa de nervios cuando Guy casi tropieza con el mantel en el suelo, y antes de que pudiera decir algo se lanzó a sus brazos. —Te extrañé, mucho mucho mucho.— Saludo Sam básicamente tirándosele encima, por el peso Guy volvió a tropezar pero está vez cayendo hacia atrás.

—Sam, nos vimos hace una hora.— Se quejó por la forma en que su novio lo estrujaba, sin embargo este al separarse no mostró ni una sola seña de arrepentimiento.

—Fueron los 60 minutos más largos de mi vida.— Sin quitarse de encima empezó a frotar el rostro de su amado con el suyo como siempre acostumbraba, era su forma de dar cariño. —Pero ahora estás aquí.— Lo abrazo seguido de un beso en la mejilla.

Guy fingió querer separarse del abrazo para luego corresponder a las muestras de amor de su pareja.—¿Estás algo cariñoso hoy, no crees?— Sostuvo su cintura y lo abrazo sin levantarse del suelo, Sam sonrió agarrándolo de los hombros.

—Algo, tú estás amargado.— Guy quitó su sonrisa para fruncir el ceño por el comentario, Sam rió inocentemente y tomo sus mejillas para estirarlas en una sonrisa enorme. —Sonrie, galán, quiero ver una sonrisa, imagina que estás comiendo un rico plato de huevos verdes con jamón.— Intento hacerlo reír pero era difícil provocarle una sonrisa a Guy Soy Yo, el más amargado que había conocido. Cuando Sam retiro las manos Guy por fin sonrió un poco sobando sus propias mejillas, Sam se sonrojo de nuevo, Guy prácticamente con solo respirar lo hacía sentirse en el mismo cielo.

The Proposal || Sam x Guy Donde viven las historias. Descúbrelo ahora