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Terminar de grabar Ambulance había sido un gran logro para los tres y todo el equipo que estaba soportando a este grupo sin un pilar fundamental, un grupo mutilado, o mejor dicho, un cantante mutilado. Estar sin Graham era como perder una extremidad y no, no estaba exagerando.

— Vamos a escuchar esto —dijo Alex, contento, sacándolo de sus pensamientos. Era la primera vez que escucharían el producto completo de sus horas de trabajo experimental en ese estudio tan caluroso.

Tenía muchas ganas de irse esa tarde, irse lejos, pasear por Marruecos a solas.

— Pon eso pronto —murmuró.

Dave y Alex le enviaron una mirada compasiva. Sin Graham, Damon era como un fantasma; lo único que realmente lo sacaba de ese estado taciturno era su hija y la música, pero no por mucho, la tristeza estaba alojada en lo más profundo, se notaba como si lo emanara.

Y haberse rapado la cabeza había sido una pésima decisión, sus amigos estaban de acuerdo con eso.

El productor le dio play a la canción y comenzó a sonar. Más de cincuenta segundos de instrumental progresivo, Damon estaba muy orgulloso de eso, de escucharlo, de producirlo, de crearlo.

Pero luego... su voz.

No tengo nada a lo que temer

No, no tengo nada a lo que temer

No, no tengo nada a lo que temer...

— Te va a pesar —dijo el guitarrista, en un rincón de su casa, apartado de él.

— Graham, esto es por tu bien, lo decidimos todos...

— Lo decidiste tú —escupió— Y a ti te va a pesar cuando ya no esté, porque es la verdad y tú escogiste mentir para quedar bien. ¿No le tienes miedo a ser esa persona?

— ¿Qué persona?

— La persona a la que le persigue la conciencia.

— No me va a pasar, Graham, sé lo que he hecho y lo que no.

La mirada que le envió quedaría grabada en su memoria, y el tiempo le daría la razón, así como las pesadillas, el dolor y el desamor.

Estuvo a punto de pedir que detuvieran la canción y la cancelaran, que la tiraran al pozo a donde iban a caer las ideas desechadas y quizás, solo quizás, terminara en algún lado B, fuera de su vista y fuera de su lista oficial de canciones del disco. Estaba aterrado.

... Porque te amo.

— ¿Sabes? Duele —dijo, recostado en las piernas de Damon tras haber llorado toda la tarde y, para variar, sobrio. Damon sabía lo mucho que le fastidiaba que en esos momentos no le permitiera beber. Haber visto a Jane y Jamie en su propio apartamento debió ser el infierno.

Bueno, él había sido la otra cara de la moneda siempre. Cuando Brett Anderson, sí, EL cantante de Suede había descubierto el amorío de su novia Justine con él le hizo una maldita canción y se tragó el dolor en una jodida pieza de arte.

Hace mucho que no escuchaba Animal Lover, por cierto.

— ¿Qué duele? —preguntó suavemente, acariciando el cabello castaño de su querido Graham.

— Ser testigo de lo que yo mismo he estado haciendo —murmuró.

— ¿Lo dices por nosotros? Bueno, Jane no tiene idea —sonrió Damon, despreocupado.

— Ni Justine —observó Graham, intentando sentirse mejor, pero no funcionaba.

— Somos malas personas, Gra, acostúmbrate.

AmbulanceWhere stories live. Discover now