Capitulo - 1 - Inicios

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Humanos. Una de las mayores creaciones de Dios.

Con paciencia el Gran creador durante siete días formó la Tierra, con esmero e inteligencia. Lleno los mares con criaturas marinas, los cielos con aves y la tierra fue ocupada por diversas especies.

Cada especie vivía en armonía con su pareja, pues creo macho y hembra.

Complacido después de aquellos largos días de creación, contemplo su obra terminada.

El jardín del Edén formó también parte de su creación, y aunque estaba habitado por animales, le pareció que faltaba algo aún más relevante en aquella creación.

Tomó en su puño la tierra y dio forma a su imagen y semejanza, cuidando cada detalle hasta crear al que sería el primer hombre en la Tierra.

La tierra se volvió carne, y con tan solo un soplo de aliento, aquella carne cobró vida, abriendo los ojos por primera vez encontrándose en el Paraíso.

Si tan solo el hombre lograra ver la felicidad en el rostro de su Creador entendería lo feliz que este se encontraba con su obra.

No dudo en presentarse al ver el rostro del hombre se fijó en el cielo despejado:

Has despertado —Pronuncio la penetrante voz que retumbo logrando que temblara al escuchar lo que serían las primeras palabras de Dios con su creación—. Te he creado y con ello el Paraíso he preparado para ti.

—¿Eres mi Creador? —miro alrededor encontrando la majestuosidad del Edén.

Soy tu Padre —El hombre le miraba sonriente, y Dios le observaba complacido, mientras decidía el momento de nombrarlo—. Tu nombre será, Adán.

Así, Dios nombró al primer hombre de la Tierra.

El primer humano en disfrutar de las maravillas del Paraíso.

Adán se encontró maravillado con cada paso que daba en el Jardín, el pasto entre sus pies y el sabor de los frutos que los arboles le ofrecían. Su Padre había sido tan benevolente al entregarle tal lugar para vivir que para complacerlo le dio nombre a cada uno de los animales que se encontraban en el Edén. Un trabajo que realizó con gran satisfacción. Admiró la belleza de cada uno de ellos buscando el nombre correcto. La majestuosidad en las creaciones del Señor no tenían comparación alguna, solo había un detalle que no pasó por alto en Adán, todos ellos eran dos.

Cada especie se encontraba acompañada mientras él se encontraba solo en aquel jardín perfecto. La melancolía le invadió, miro al cielo esperando a que su Padre se diera cuenta de su tristeza. Y así fue.

—¿Qué sucede, Adán?

—Padre, he dado nombre a los animales, así como tú lo has hecho conmigo —el silencio en su Padre solo fue una señal para que continuara con su malestar—. Todos ellos están acompañados, en cambio yo estoy solo, ¿por qué?

Lo he visto. Sé que has buscado en el jardín a tu igual es por eso que te invito a que vuelvas a buscar y no dejes que se sienta igual que tú.

Una amplia sonrisa se formó en su rostro al escuchar las palabras de su Padre.

Con sus ojos marrones buscó alrededor; avanzando por la laguna de agua cristalina nada parecía diferente a la última vez que estuvo allí. Recordó el lugar donde despertó; el cual se encontraba al otro lado del Paraíso sintiendo que era allí el lugar correcto. Sin perder tiempo, Adán se aventuro en su búsqueda.

Hermosas flores rodeaban el lugar desprendiendo aquel aroma dulce logrando perfumar el ambiente, con delicadeza acaricio los pétalos blancos de la orquídea acercando su pequeña nariz aspirando su aroma cerrando los ojos. Sus ojos tan azules como el zafiro prestaron atención a los pájaros cantarines que se acercaban hasta ella.

Lilith #PGP2024 [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora