La vida de un preso

Pasando el tiempo

Ella se acerco y se sentó a su lado, tras haber hecho eso ella le colocó frente a él su comida, no fue hasta que ella le atrajo su atención al dirigir la comida a su boca, siendo un bocado de arroz, abriendo su boca decide permitir ser alimentado, masticando lentamente y tragando con dificultad, como si se tratara de un gran esfuerzo eso, estando comiendo cada bocado hasta que se detiene, dando a entender que ya no quiere mas, siendo realmente mucho menos cantidad que la de Mei, y eso que ella no come mucho por su trabajo.

Aunque luego se pudo escuchar el sonido de su estomago haciendo una especie de sonido, como si no fuera suficiente, pero en lugar de querer mas, para su sorpresa, comenzó a hacer como si deseara vomitar, como si su cuerpo no pudiera aceptarlo, por lo que ella decide tratar de ayudarle al acercarse antes de que pudiera reaccionar y sostenerlo entre sus brazos.

Ese acto sin duda había descolocado al pobre chico, que no tuvo tiempo de reaccionar debido a que seguía en lo suyo, con su dilema de querer regurgitar lo que acababa de comer.

Pero cuando ya había pasado aquello, trató de evitarla, queriendo liberarse del agarre al forcejear, pero sentía las manos de ella en su espalda dando movimientos lentos, pero eso no le calmaba en absoluto, al contrario, al no hallarse acostumbrado a esos tipos de contactos físicos, solo provoco que su ansiedad aumentara, temblando en lo que se hacía bolita, siendo recuerdos físicos para su cuerpo que reaccionaba por voluntad propia.

...

Mei.- No se que mas podría hacer doctor, —Decía observando al hombre mencionado— la verdad no estoy segura si hago un progreso o no —Hablando en un tono depresiva—.

Doctor.- Bueno, con lo que me has llegado a mencionar suele ser normal en casos como esos, no se encuentra acostumbrado a tales tratamientos, el hecho de que halla un gran cambio para él debe de mantenerlo agobiado, es una reacción normal la que usted menciona.

Mei.- Ojalá y tenga razón doctor, cuando siento que avanzo me hace retroceder, necesita de alguien que le escuche pero tampoco desea que lo hagan.

Doctor.- Normalmente en ciertos casos, se le recetaría para el tratamiento algún medio que le pueda mantener tranquilo, relajado, como una especie de anestesia, pero creo que mas que mejorar lo empeoraría.

Mei.- En verdad que desearía saber quienes son los responsables de esto, por gente como ellos es que el mundo sufre tanto.

Doctor.- Lamento no poder ayudarle mas, pero todo lo que le queda por hacer si es que lo desea, es el seguir esperando hasta que se pueda acostumbrar.

Mei.- (Para haberse acostumbrado a vivir de tal forma tan deplorable.) —Apretando su mano mientras le agradecía al doctor—

Doctor.- De todas formas, para que se pueda acostumbrar mejor, le podría recetar algunos alimentos y las cantidades si lo desea.

Mei.- Lo agradecería en verdad.

...

Naruto por su parte, se hallaba reflexionando un poco, a veces lo hacía, aunque no frecuentemente, ya que no había muchas cosas de las cuales pensar o tomarle importancia, pero este tiempo se ha hallado con dudas y mas dudas, ninguna poseía realmente sentido alguno.

No comprendía quien era ella realmente, puede que si sea verdaderas sus intenciones de ayudarle, pero pensaba que no hay nada que necesite ayuda, al menos ya no, menos él, aunque no le importaba si decidía perder su tiempo en una causa perdida, era su tiempo y no suyo, si de verdad deseaba ayudarle, entonces que regresara unos años antes para poder hacerlo.