Los Merodeadores Y Tú

PRIMER DÍA, PRIMEROS PROBLEMAS

El gran comedor se llenaba de estudiantes a medida que pasaba el tiempo, las mesas estaban llenas de cajas de cereal de diferentes sabores, golosinas, panecitos, tartas, panqueques, leche y jugos de diferentes sabores, a pesar de la saturacion del lugar a los chicos no les fue difícil encontrar un lugar.

Durante el desayuno el correo fue entregado, los mellizos recibieron cartas al igual que Remus, Peter había recibido dulces y una entrega del profeta mientras que Sirius había recibido una carta de un color diferente al del pergamino común despertando la curiosidad de James.

- Que raro papel utilizan tus papás para escribir - dijo James

- Es que no es una carta común - respondió Sirius

- Es especial entonces por el color supongo que es por que les dio gusto a tus padres que fueras asignado a Gryffindor, jamás había visto una carta escrita en papel rojo - dijo ____

- Nada de eso, esto amigo es un vociferador - dijo Sirius al mismo tiempo que guardaba la carta dentro de un libro

- ¿Un vociferador? - preguntó Remus

- Una carta desagradable, en mi casa son muy comunes y no la pienso abrir - dijo Sirius

- ¿Por qué tus padres te enviarían una carta desagradable? - preguntó Peter

- Por estar asignado en una casa que no les agrada - respondió al mismo tiempo que acercaba una caja de cereal

- No entiendo que tendría de malo estar en una casa diferente a la tuya, es decir aprenderás lo mismo que si estuvieras en otra casa ¿No es así? - dijo Remus

- ¿Tus padres son muggles acaso? - preguntó James de forma poco amable

Remus se sintió apenado, tanto que se ruborizó
- No, pero en casa el único mago es mi padre y casi no hablamos del tema -

____ miró a James y negó con la cabeza y se dirigió a Remus
- Verás, hay familias que por generaciones han pertenecido a una casa en particular y no, no hay una diferencia si eres de una u otra, en Hogwarts te enseñan lo mismo, es su reputación la que los hace diferentes -

- Entiendo, realmente no era mi intención incomodar Sirius es solo que para mi todo esto es nuevo - dijo Remus apenado

Sirius sintió culpa por dirigirse de forma despectiva a Remus
- Discúlpame no era mi intención ser descortés -

Remus sonrió y asintió con la cabeza, los mellizos se miraron entre sí mientras Sirius continuaba como si nada su desayuno, al igual que los demás.

La primer campanada de clases se escuchó al cabo de unos minutos, de pronto todos los estudiantes se habían levantado y salían por la puerta principal, algunos permanecían sentados mientras seguían disfrutando del desayuno, los niños se levantaron rápidamente, los pasillos eran un caos, había estudiantes corriendo de un lado al otro, guiándose por algunas estatuas los chicos llegaron al aula de Transformaciones estaba ubicada en la planta baja en un área muy fácil de localizar.

El aula era enorme, había dos pizarrones enormes al centro con esquemas y fórmulas que parecían complejas, habían estantes por doquier con decenas de libros de todos los tamaños y frascos de cristal, en una esquina del aula había otro estante con jaulas en las que se encontraban diferentes tipos de animalillos e insectos, justo al centro se encontraba el escritorio de madera.

Los chicos buscaron un lugar donde los cinco pudiesen estar juntos aprovechando que el aula estaba aún vacía

- Buenos días, es aquí niños, entren por favor, que una vez que cierre la puerta, nadie podrá ingresar - decía la profesora mientras guiaba dentro del salón un grupo de estudiantes