Capítulo 56

5.4K 504 19
                                    

   POV ELENA

Estoy temerosa, el maldito perro faldero de Anastasia me ha traído a un horrible lugar.

— ¿Por qué me has traído en este horrible lugar?—

Estoy en medio de los escombros de una casa deshabitada.

— El jefe me lo exigió— está mintiendo... Lo sé. Christian nunca se atrevería a darme este trato

— ¡No mientas... Fue la maldita bastarda de Anastasia quien te lo pidió! Pero ya verás cuando se entere Christian— le voy a pedir que se encargue dejar sin empleo a este imbécil

— No hay peor ciego que el que no quiere ver— dice burlón, provocando que mi rabia aumente.

Maldita Anastasia, esto no sé quedará así. Estoy segura que Christian no le va gustar nada de lo que estás haciéndome.

— ¡Exijo que me saques de este lugar y me lleves a mi casa!—

El malnacido me entró a la fuerza en este horrendo lugar

— Cállate y deja dormir a las pobres ratas—

El corazón se me sube a la garganta. ¿Hay ratas en este lugar?

Intento salir huyendo pero el bastardo se atraviesa delante de mí.

— Usted no irá a ninguna parte hasta que mi jefe llegue—

— Tú no me vas a detener con falsas calumnias— lo amenazo — yo personalmente me voy a encargar que te quedes sin empleo— le doy un empujón — ahora déjame salir— no me voy a quedar un segundo más en este asqueroso lugar

— ¿Adónde vas Elena?— Es Christian, quien viene entrando.

¿Acaso es verdad que él le pidió a este malnacido que me detenga aquí? No no no, seguramente él viene a rescatarme. Si eso debe ser.

— ¡Christian!— Trato de correr a sus brazos. Estoy aliviada que el esté aquí y me saque de éste horrible lugar.

— Detente ahí—

De repente saca un arma y me apunta. No, esto no está pasando. Siento como si un balde de agua fría cayera sobre mi.

Lo miro boquiabierta y no lo creo. ¿Christian me está apuntando con un arma?¿Me está apuntando a mi? No, esto tiene que ser una pesadilla, él no sería capaz de algo así. El me venera, él hace todo lo que yo le pido.

— Pensé que te apartaría por las buenas de mi vida, pero me equivoqué y lo que menos me gusta es equivocarme—

Mis piernas empiezan a temblar, el corazón pareciera salir corriendo por la boca mientras siento todo mi cuerpo enfriarse.

Cierro los ojos para asegurarme que estoy alucinando. Lo abro pero veo la misma imagen. Christian apuntandome.

— Tú no puedes hacerme esto— soy conciente que mi voz es apenas audible.

El miedo se está apoderando de mi. Estoy en shock.

No Christian, tú no puedes hacerme algo así.

— ¿Por qué no? Sería muy simple jalar el gatillo y acabar contigo. Nadie se enteraría.

¿Él no piensa matarme? ¿O sí?

Trago saliva y me armo de valor para enfrentarme a él.

— No lo harás por qué eres un cobarde ¡Solo quieres asustarme... Tú no serías capaz de dispararme!— ¿Cómo se ha atrevido amenazarme? A mí, después de todo lo que hecho por él

LAS LUCES Y SOMBRAS DE NUESTRO AMORWhere stories live. Discover now