callejón Diagon

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La calle adoquinada del callejón Diagon estaban repletos de brujas y magos comprando sus preparativos para su siguiente o primer año en el colegio Hogwarts de magia y hechicería.

Los jóvenes se apretujaban para ver en las vitrinas sus objetos soñados.

Niñas y niños desesperados entre el tumulto de gente buscando a sus padres.

Familias enteras revisando una y otra vez la lista de los útiles escolares

todos llevaban varitas, túnicas, libros nuevos y todo tipo de animales, desde un búho hasta un sapo.

"Cada local en si, era un mundo".

Por lo menos eso le parecía a una joven ubicada en medio del callejón, haciendo tropezar a varias personas concentradas en lo suyo. Llevaba puesto un vestido a crochet color salmón; debajo llevaba unas calzas a rayas azules y amarillas y unas sandalias de distinto diseño en cada pie, resaltaba su melena rubia exageradamente despeinada (y un tanto sucia) .Observaba con sus ojos grises y grandes llenos de asombro ése tumultuoso paisaje, y en segundo plano, estaba su mano con un derretido helado sabor canela; el cuál, se le volcó de lo cual la joven niña ni se percató. Cada vez abría mas los ojos hasta llegar a un punto de parecer una verdadera chiflada. A través de la masa de personas se asomó un hombre cargado de compras y con cara de preocupado , solo un poco, al parecer, esto le solía suceder. Éste, llevaba un beatle de hilo color naranja chillón y sobre él, se derramaba su pelo color rubio blanquecino y enmarañado; De su cuello naranjo colgaba un collar merecedor del titulo "joyas más ridículas, para humanos chiflados". Éste estaba hecho con puros corchos de cervezas de mantequilla.

El hombre agarró a la muchacha de ojos grises por los hombros, con la intención de decirle algo, abrió la boca, pero la niña lo interrumpió con una pregunta que le hizo olvidarse de su preocupación.

-- Papi... ¿porque ese local está especialmente repleto?--dijo la joven con un tono en la voz excesivamente soñador. -- ¿ Tú crees que estén vendiendo tu último ejemplar del "quisquilloso"?

--No se Luna...¿Quieres ir a ver?--respondió su padre dudando que fuera de él todo ese publico, aunque no descartó la idea.se repartieron el peso de los utiles escolares y ambos se fueron saltando y corriendo apartando a la multitud hasta llegar al local.

--No veo, ¿ que sucede allá adentro?--preguntó Luna con curiosidad.

--Ven, subete a mis hombros, yo tampoco veo muy bien...¡pero cuidado con mi beatle!

Luna dejo los paquetes en el suelo( al igual que su padre) y se sacó las sandalias para facilitarse la subida.y para evitar ensuciar la nueva prenda chillona de su padre.

--¡LUNA! tienes que lavarte los pies mas seguido...y para que sepas, el agua de los pies sucios es excelente para neutralizar las pociones...-- Esto último lo dijo en voz baja, haciendo lo parecen un secreto de real importancia. Luna le prometió que se los lavaría al llegar a casa y que guardaría el extracto de pies para sus clases.

--Papi...no le veo mucha gracia... hay mucha gente apilada. Fotógrafos, compradores... y sobre todo señoras (que por cierto se ven muy alteradas y nerviosas) tratando de ver a...a u hombre...rubio, que sonríe todo el rato. Me molesta su sonrisa...¿Sucederá algo chistoso allá adentro?

-- A ver, déjame ver--dijo el padre de Luna, a ella la dejo en el suelo adoquinado y él se subió a un macetero de la entrada de la librería--ya veo, no Luna, aquí está un hombre realmente...--Luna no lo había dejado terminar la frase, ya que ella se había encaramado en el macetero junto a su padre y terminó la frese por él.

--...realmente extraño y falso...--Al decir esto, a Luna se le cambió por primera vez su cara de "feliz como una perdiz" a un leve rostro des aprobador. Bajaron ambos del macetero y en cuanto tocaron el suelo, se escucharon gritos y caídas dentro de la tienda; uno especialmente fuerte gritado por un joven...o dos diciendo "¡¡¡DALE PAPA!!!".

Relatos De Luna Lovegood En Su Primer AñoWhere stories live. Discover now