11 | 𝐖𝐄 𝐊𝐄𝐄𝐏 𝐓𝐇𝐈𝐒 𝐋𝐎𝐕𝐄 𝐈𝐍 𝐀 𝐏𝐇𝐎𝐓𝐎𝐆𝐑𝐀𝐏𝐇

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Se sentía plena, el día apenas había comenzado y de la mejor manera. Contenta consigo misma se dirigió hacia la sala de entrenamiento, probablemente debería excusar la ausencia de su amiga al entreno de cada día con su padre, pero no importaba. Simplemente la extensa sonrisa genuina de Wanda se había implantado en su mente y la hacían feliz, después de todo, se merecía volver a ver a su hermano luego de tantas noches sufriendo su pérdida. 

Sabia que su padre probablemente no le tendría tanta consideración a su llegada tarde tan solo por el reciente despertar de Pietro Maximoff, por lo que apresuró su paso hacia el gimnasio tan rápido como sus piernas se lo permitieron. Estaba emocionada. Por fin los asuntos relacionados a Sokovia estaban volviendo a la normalidad.

Cuando ingresó al gimnasio notó la ausencia de la mayoría de sus compañeros que normalmente estaría allí. En su lugar, se encontró tan solo con su papá que golpeaba un saco de boxeo débilmente, como si estuviera aburrido de cumplir la rutina una y otra vez.

Sin limitarse en ser ruidosa para marcar su presencia, se aproximó hacia su papá y lo abrazó de costado, tomándolo por sorpresa. -¿Qué sucedió con el entrenamiento?

-Creo que decidieron tomarse el día libre colectivamente, solo Wanda se presentó hasta que la llamaste -murmuró, tomando una pequeña toalla blanca para limpiarse el sudor del rostro-. ¿Sucedió algo?

Olivia sonrió abiertamente sin poder evitarlo. -Pietro, despertó.

El rostro del capitán se iluminó en genuina sorpresa. -Vaya, eso es bueno.

-Uhm. Si. -susurro Olivia, sintiéndose culpable de repente.

Wanda podía hablar libremente de su hermano, de su presencia, de su estado de ánimo y anímico pero ella no, porque aún Bellamy Kalevi seguía siendo un completo secreto para Steve. Olivia decidió que quizá que su padre sepa no haría demasiado daño, después de todo, él tenía derecho a saberlo, era su hijo. Y Steve jamás le perdonaría si le ocultara aquella valiosa información. 

-Oye, pa, ¿Crees que podamos hablar un momento?

Steve volteó su rostro intrigado, sin embargo negó. -Es el segundo entrenamiento que te pierdes, creo que deberías entrenar primero -sugirió, moviéndose hacia un lado para dejarle a su hija el espacio libre frente al saco-. Podemos hablar mientras entrenas. 

Olivia pensó que eso era lo suficientemente justo, por lo que sin decir ni una palabra buscó las cintas de gasa en el bolso de su padre y comenzó a enrollaras cuidadosamente en la palma de sus manos. Una vez preparada, se colocó firmemente al frente del saco de box y comenzó a golpearlo con fuerza, mientras este era sostenido por su papá. 

Curiosamente, a pesar de que solía perderse la mayoría de los entrenamientos, le gustaba ejercitarse de esa forma, usando su fuerza física. No utilizaba sus poderes para fortalecer su masa muscular, solo sus puños. Disfrutaba canalizar sus emociones así, aunque eran contadas las veces en la que lo había hecho. 

-¿De qué querías hablar, Liv? -Preguntó el capitán luego de unos cómodos dos minutos de silencio en los que solo se oía la respiración agitada de la rubia y los golpes secos en la tela del saco. 

Olivia tragó en seco nerviosa, el momento había llegado. Se regañó a sí misma por no haber pensado con más tranquilidad que era exactamente lo que iba a decirle, pero ya estaba allí así que no le quedaba otra que improvisar su discurso sobre la marcha. -Anoche sucedió algo, bueno, alguien se apareció en mi habitación -comenzó, deteniendo lentamente sus golpes hasta que sus nudillos ya no llegaron a tocar la tela-. Era...Alison, mi mamá.

Rápidamente desvió la mirada de su padre hacia las paredes, no tenía el valor suficiente para observar su reacción, después de todo, no hablaban nunca de aquella mujer que los había abandonado a ambos. 

𝐎𝐕𝐀𝐋𝐈𝐀━━━𝘗. 𝘔𝘢𝘹𝘪𝘮𝘰𝘧𝘧 (en edición)Where stories live. Discover now