Smell ••• Taegi [Terminada]

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Yoongi llegó los siguientes días al trabajo con normalidad, luego de todo lo sucedido en su celo. Lo recibieron como usualmente lo harían y eso le tranquilizó, Jungkook se había encargado de dar el recado de la situación por él. Estaba tan agradecido.

Se puso su uniforme en los vestidores para comenzar ya con su jornada mañanera de ese nuevo día. Estaba poniendo el ultimo retoque de su look, su listón en el cabello, cuando vio a entrar a Jimin con su usual sonrisa y el bolso donde llevaba su uniforme de mesero colgando de su brazo.

—Buenos días hyung.— El omega se acercó para comenzar a cambiarse de igual forma pero quedó viendo al pálido por unos segundos como analizándolo. —Huele diferente hoy ¿Está usando un nuevo perfume? Huele muy parecido a Taetae, a rosas.

Yoongi lo miró de manera extraña intentando ocultar su clara culpabilidad. Él olor del alfa seguía impregnado en su memoria, tan así, que sin darse cuenta, el día anterior había comprado un perfume neutralizador con olor a rosas para el trabajo. Era muy extraño pero así era, al igual que sentir a su omega muy feliz en su interior al escuchar el nombre del chico de la mesa cuatro y sentirse reconocido como si tuviera el olor de su alfa. Del alfa...

—Si nos conocemos, él cuido de mi durante mi celo. Nada importante, fue hace una semana ya.

—Wow, no sabía que Taehyung y usted eran así de cercanos.— Jimin sonrió. —Tal vez un día de estos, podríamos salir los cuatro, ustedes dos, yo y mi novio Jinnie ¿Qué dices hyung?

¿Jimin tenía novio? Había confundido todo. Taehyung estaba sin pareja... ¿Por qué sonaba tan bien en su cabeza?

—Como quieras, Park.— Ignoró sus pensamientos y siguió colocando bien el listón. Cuando terminó se levanto y camino a la salida, pero se detuvo. —Oye... ¿Sabes cómo se encuentra Taehyung? No los he visto irse juntos toda esta semana.

—Está bien, tuvo que hacer un viaje de emergencia a Japón, regresó el día de ayer.— Respondió con un poco de picardía en su expresión, sabía lo que estaba pasando acá ¿Cómo Jimin no lo había notado antes? Era muy obvio, desde ese primer día en el que el pelinegro lo llevó a casa, las miradas que se daban a lo lejos en la cafetería, hasta las preguntas que Taehyung le hacía sobre el omega de peculiar aroma. Park no era ningún idiota. Ya lo sabía por completo.

Jimin siguió colocando su uniforme viendo como el mayor asentía con su cabeza perdido entre sus pensamientos y luego comenzaba a caminar directo al mostrador, terminando la conversación. Pero decidió dar un empujón para ayudar a su más amado amigo de toda la vida, a su Taehyungnie, que siempre lo había apoyado. —¡Hyung! Por cierto, Taehyung y yo almorzaríamos juntos hoy, pero mi novio me avisó que me llevaría a comer a un lugar en especifico y no quiero dejar plantado a Tae ¿Podrías ir por mí?

Yoongi lo miró ocultando la emoción que de repente surgía en lo más profundo de su pecho, su corazón latiendo muy fuerte. No se esperaba que algo como eso sucedería, ver de nuevo a Taehyung le traía una felicidad inexplicable.

—Claro.