El abuelo ha cuidado de mi desde pequeño, ya que soy huérfano.
Mi madre murió al darme a luz, y poco tiempo después mi padre en un incendio.
Desde entonces el abuelo ha sido quien me ha cuidado y protegido siempre.
Él solía contarme historias siempre muy sorprendentes de personas que conocía, pero para mi sólo eran cuentos que inventaba para entretenerme.
Pero ahora, puedo ver con mis propios ojos que decía la verdad.
Él esta en casa con una enfermera que lo cuida mientras yo trabajo.
Recibí una llamada de ella diciendo que fuera a casa a ver al abuelo porque debía decirme algo muy importante.
Regresé a casa y allí estaba, recostado en la cama sin poder moverse y respirando con gran dificultad.
Realmente, no me esperaba justo ese día, el día del aniversario de muerte de mi madre y también mi cumpleaños dieciocho.
Que ésa, sería su despedida...
