allí donde estés.

Si no te gusta puedes tirarlo. No me

enfadaré.

D.M.

-Malfoy te ha hecho un regalo Harry- la chica estaba igual de sorprendida que su amigo, que tembloroso, lo desenvolvió.

Un bello cofre de madera tallada se mostró al deshacerse del papel. Así que lo abrió.

El corazón de Harry le latía fuertemente en el pecho. Lo que encontró dentro del cofre le dejó sin respiración unos instantes.

Una esfera, parecida a las que usaban en clase de Adivinación, pero más pequeña, apareció en el interior y cuando el moreno la cogió entre sus manos y la alzó, pudo ver lo que tenía dentro.

-Es Hogwarts...-aquello no podía ser posible, pero lo que parecía la escuela en miniatura se apreciaba en el interior del cristal, rodeada de un claro cielo despejado y una aún más minúscula cabaña.

-¡Mira Harry, sale humo de la chimenea de Hagrid! ¡es Hogwarts ahora mismo! ¿has visto la lechuza que acaba de pasar volando? todo está completamente nevado...-la pelicastaña también estaba muy emocionada y había dado un bote en la cama, llamando la atención del pelirrojo, que se les unió.

-¡Como mola Harry!¿quién te lo envía?-Hermione escondió la carta con una rapidez antinatural.

-Alguien anónimo-dijo aparentando estar de lo más calmada.

El ojiverde no podía apartar la vista de aquello. Nadie le había regalado algo tan hermoso jamás. Y encima Draco lo había hecho para él, única y exclusivamente. Podría llevarla siempre consigo, y observarla en cualquier parte. Su casa. El lugar donde había pasado los momentos más inolvidables de su vida y donde era feliz.

Bajaron a desayunar y a todos los allí presentes les entusiasmó la esfera. Sirius y Remus eran los únicos que habían conocido al anónimo remitente y les había parecido muy significativo.

-Hay que probarla estando en la escuela Harry, a ver si se nos ve a tamaño de una hormiga junto a la puerta-dijo Fred.

-O asomados en la torre de Astronomía-dijo George.

-O en clase de Cuidado de Criaturas Mágicas junto a la cabaña de Hagrid- dijo Ron.

-Es algo muy bonito Harry, alguien debe quererte mucho-dijo Tonks.

El moreno se sintió feliz. Era verdad. Malfoy tal vez estaba empezando a quererle, poco a poco. Aquella magia era extraordinaria. Hacer algo tan bello por alguien que se supone que odias no tenía sentido. No iba a presionar al rubio, pero confiaba en que sus pensamientos no fueran desencaminados.

Te odio...amor (Harco-Slash)Where stories live. Discover now