Narra Erick
En un mundo donde puedo construir un jardín con quien yo elija, decidí realizarlo contigo.
Aún me recuerdo el primer revoleteo de mariposa que sentí cuando estuve contigo.
Todo esta bien.
Todo estaba correcto.
Todo en su lugar.
Todo era perfecto.
No era un experto en todo, como plantar nunca se me hizo fácil.
Pero tu lo hiciste ver así.
Joder lo hiciste tan fácil.
Deje mi campo a tu disposición.
Todas las parejas tienen sus campos vivos y hermosos.
Pero algo los caracteriza.
Son de diferentes colores sus rosas.
Azules, moradas, violetas, amarillas, rosadas, etc.
Yo quería un jardín asi, un lugar colorido.
Las rosas rojas eran muy raras en los huertos.
Solo las parejas de altos años las tenían.
Solo ellas las poseían.
—Amor—pregunte en una noche estrellada.
—¿Si bebé?¿Qué pasa?
—Siempre estaré enamorado de tí.
Tu me regalaste una de esas sonrisas que siempre ame.
—Te juro estar contigo para siempre amor.
Duele amar.
Esas palabras que nunca creí.
Por que estando contigo, era todo hermoso.
Luche.
Luche, me esforcé asta que mis piernas me fallaron.
Luche contra vida y muerte por estar contigo.
Ame con espada y muerte amenazandome.
Jure estar y declarar un amor verdadero y puro.
Lo hice, todo estaba bien amor.
Todo lo hice por ti.
