El último sacrificio.

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Naruto observaba a los resucitados por el Edo tensei, se supone que solo Orochimaru tenía esa información pero el se estaba inhabilitado para realizar jutsus, quizás fue, pero fue interrumpido de sus pensamiento -"Hokage sama, es definitivo, las demás aldeas no nos apoyaran"- Naruto arrugó el ceño, llevaban más de una semana peleando, su hija ya debió de haber nacido y el aún estaba aquí deteniendo a quien quería destruir al mundo, lo peor es que todos eran dirigidos por Madara Uchiha, el verdadero bueno resucitado pero su poder era similar a cuando aún caminaba por el mundo, por lo cual tuvo que salir a su encuentro en el campo de batalla para no perder a tantos shinobis. Cuando vió que se trataban de los resucitado por la técnica de su abuelo, rápidamente creó varios sellos para liberar sus almas, con un cálculo rápido debía decir que su ejercito estaba reducido a la mitad y no podía permitir  que sus gente siguiera muriendo sin contar que las bestias con cola aún no hacían su aparición, miraba a su alrededor, todos mostraban cansancio, miró el cielo y pensó en su esposa.

Fumiko estaba en cama mirando a su hija, que dormía a su lado -"Naruto kun"- susurró esperando que su amado esposo se encuentre con bien.

Cerca del campamento de Konoha apareció Madara -"este será tu fin naruto Senju"- gritó haciendo que todos se pusieran en guardia, lo extraño es que venía el solo, sin ningún ejercito que le respalde lo que le dio confianza a los shinobis que se mantenían en pie, de repente Madara comenzó a realizar una sellos de manos -"kuchiyose no jutsu"- se generó una gran nube de humo rebelando a una figura humanoide que miraba al cielo soltando gritos espeluznantes asustando a los presentes, Naruto observó a Madara que sonreía con locura -"si no puedo lograr mi cometido, me encargaré que sufran por su decisión"- de a poco comenzó a desmoronarse hasta desaparecer, el gedo maso comenzó a gritar sosteniéndose la cabeza, Nadie lo podría controlar, esto preocupó a Naruto por lo cual comenzó a caminar en dirección del monstruo -"lo siento Fumiko pero al parecer no podré regresar"- sonrió mientras el viento acariciaba su rostro -"las amo"- abrió los ojos y miró al monstruo, comenzó a realizar una serie de posiciones de manos y terminó en la pose de rezo, Danzo observó lo que hacía Naruto y salió corriendo para interrumpirlo -"shiki fujin"- un gran resplandor cubrió todo el lugar haciendo que todos cubrieran sus ojos.

Fumiko miraba el exterior con sus ojos opacos, hace una semana todos los lobos que rondaban la casa desaparecieron indicando que Naruto,  de solo pensarlo sus ojos se llenaron de lágrimas y su corazón le dolía _"padre por favor permite que vuelva con bien"- pensó la pelirroja siendo interrumpida por el llanto de su pequeña, la tomó en brazos para calmarla pero se le hacía difícil por algún motivo Biwako lloraba con más fuerza -"Tsunade sama algo le pasa a Biwako"- la Senju apareció de la cocina para ver que sucedía, se acercó a la pequeña y la evaluó -"tiene fiebre"- puso su mano verde en su pecho y la pequeña se durmió -"debes estar más calmada Fumiko, la pequeña Biwako siente todo lo que te sucede"-  Fumiko asintió, de repente sintieron toques en la puerta Tsunade fue a ver que sucedía para encontrarse con un genin  -"Tsunade sama ya vienen de regreso"- Fumiko sin esperar con su bebé en brazos le cubrió y salió sin esperar a Tsunade, caminó hasta llegar cerca de la torre y vió como la gente se amontonaba para ver a los shinobis que sobrevivieron, la gente le abrió el paso para que avanzara, incluso los soldados pero nadie le decía nada, estaba buscando la presencia de su esposo pero no lo veía -"Fumiko"- escuchó la voz de Naruto a su espalda se giró feliz pero no había nadie -"Lady Fumiko"- se giró para encontrarse con danzo que la miraba con arrepentimiento -"dónde está naruto?"- Danzo agachó la mirada y negó, para entregarle un pergamino -"el se sacrificó por todos nosotros"- Fumiko sintió como su garganta se apretaba, Tsunade llegó al lado de Fumiko y miró a Danzo, pero este negó -"no,no, Naruto kun no"- susurraba mirando el pergamino, Tsunade tomó a Biwako, Fumiko calló de rodillas y lloró a lagrima viva apretando el pecho de todos los presentes -"no el no puede estar muerto no"- comenzó a hiperbentilar hasta que se desmalló, fue tomada por kakashi en brazos y fue llevada de regreso a su mansión, al día siguiente todos los caídos fueron velados, espías en las distintas aldeas informaron de la destrucción de las otras cuatro aldeas shinobis dejándolos sin nada, pero eso no alegró a nadie ya que todos estaban velando a su líder, en frente se encontraba Fumiko mirando la tumba de su esposo -"porqué Naruto kun? por qué me abandonaste?"- susurraba la pelirroja con su bebé en brazos.

Fin

Espíritu del agua (Terminada)Where stories live. Discover now